Colombia con problemas de todos los órdenes en materia de delitos, Gobernadores y Alcaldes pidiendo la presencia de la fuerza pública para tratar de mantener o recuperar el orden en sus regiones y ciudades y el muy ilustre Ministro de Hacienda recortando a las fuerzas militares el presupuesto para la compra de combustibles por una supuesta falta de fondos.
Pero al mismo tiempo que ocurre: el Presidente Petro con abundante e innecesaria compañía, como innecesario su viaje, no solo gasta combustible y los escasos fondos del Estado, sino que hace el ridículo hablando de paz en el mundo mientras a él se le continúa quemando el rancho.
A lo anterior se suma un incremento de la pobreza por falta de nuevos puestos de trabajo ante la desaceleración de la economía, la desvalorización del peso y la incertidumbre para invertir en el país dada la magnitud del desgobierno.
A esta lamentable situación se suma la huelga del magisterio, la intromisión en la Universidad Nacional, el incremento del área sembrada de coca que es el insumo del negocio que mantiene a la mal llamada guerrilla, otra forma de delincuencia bien organizada y mejor financiada con la exportación de la cocaína.
Vemos a los gobernadores y alcaldes no petristas pasando trabajos para mantener el orden y el progreso en sus regiones y mientras tanto el Congreso de la República (Senado y Cámara) salpicado por el escándalo de la compra de la conciencia de muchos de sus miembros o mejor de su irresponsabilidad con sus electores al votar favorablemente todas las propuestas improvisadas del actual mal gobierno.
Uno se pregunta quién y cuándo estudiaron todo lo propuesto. Hay cosas tan absurdas que se necesita comprar los votos para que sean aprobadas. Nuestros ancestros se deben estar revolcado en la tumba viendo como este desgobierno destruye la patria y de ñapa, ofrece asilo remunerado a desplazados del mundo.
Muchos de nuestros compatriotas no encuentran trabajo y les quiere aumentar la competencia porque el Presidente se cree un líder mundial.
Como decía la loca cuando la llevaban arrastrada del pelo: cómo vamos, vamos mal y por ello es urgente que Colombia y todos sus hijos de bien despierten. Dormidos nos come el tigre.