Indudablemente la dimensión económica de Colombia, en su sector empresarial y microempresarial, tiene sus grandes unidades productivas en la economía local, donde es urgente que las Mipymes, la mayor fuerza económica del país, puedan ser eficientes, competitivos y con una visión de largo plazo.
En Colombia, óigase bien, tenemos que el 99.5% de las empresas son Mipymes, es decir 1.7 millones de compañías formales activas, al cierre del 2022, con un aporte a la economía nacional PIB, superior al 40% y generan casi el 80% del empleo total del país y más del 50% del empleo total.
En 2022 el número de Mipymes registradas en la Cámara de Comercio de Cali ascendió a 90.975; la mayoría pertenecen a los sectores de comercio (38,4%), industria (12,0%), alojamiento y comida (8,0%), actividades profesionales (7,3%) y otros servicios (5,5%).
El gravísimo problema tiene que ver con su dinámica económica creciente, que después de los 5 años, sólo el 8.5% tiene movilidad ascendente, según la investigación que nos entrega el banco BBVA. Es decir, tan sólo el 8.5% tiene crecimiento positivo, logra mayor tamaño, con la precisión que las pequeñas empresas la movilidad es del 21.2% y las medianas el 30.8%.
La alegría, dependiendo como se mire o el dolor, cuando se observa que una de cada tres empresas atraviesa el listón de los primeros cinco años positivamente. Las Mipymes colombianas deben encargarse de mayor formalidad empresarial y esta es una tarea del gobierno nacional, los regionales, los locales y las cámaras de comercio, más los gremios, de tal manera que logren encadenamientos productivos, integración por medio de clúster, mejorar su mercado y la digitalización.
Vale la pena analizar en lo que tiene que ver con el comercio electrónico, todavía muy incipiente en el país, que según la Cámara de Comercio Electrónico CCCE, el incremento de las transacciones totales de bienes y servicios para el 2024 ha sido del 17%.
Todos los colombianos debemos entender el gran aporte que hacen las Mipymes al desarrollo económico y social del país, por lo que debe existir un plan estratégico de reactivación para ellas, en este momento de mucha incertidumbre económica.