La propuesta sobre la ampliación del Centro Histórico de la ciudad promovida por algunos sectores sociales y de comerciantes se encuentra ligada al proyecto urbanístico denominado “Plan de Renovación Urbana”, con “Ciudad Paraíso” a la cabeza en parte de los cuales se construirán grandes torres de apartamentos para viviendas, oficinas, centros comerciales y de transporte, peatonalización de varias vías del centro y abierto las 24 horas para el desarrollo del comercio en sus diferentes expresiones. Propuesta que tiene como finalidad convertir dicho sector en un “atractivo turístico”.

De esta manera el poco patrimonio histórico arquitectónico y paisajístico se transformará en una “llamativa zona turística” no obstante constituir un referente histórico de toda una época cuyas formas y características hacen parte de nuestra historia que debemos defender del crecimiento espontáneo y desbordado del desarrollo urbanístico que se tomó a Cali.

En el patrimonio histórico arquitectónico se encuentra plasmada la riqueza social creada con el trabajo de miles de ciudadanos, cuyo valor social es apreciado en este caso como una mera mercancía de la cual puede disponerse libremente sin consideración alguna.

Estas reflexiones hacen parte de la necesidad de comprender que con la inclusión en este plan urbanístico de los barrios San Antonio y San Cayetano se corre el riesgo de arrasar con viviendas y arquitectura y con otros valores en materia paisajística, cultural, ambiental, en medio de las nuevas expresiones urbanísticas que han traído como consecuencia el caos y la anarquía en materia de movilidad, transporte e inseguridad entre otros aspectos que deben tenerse en cuenta con los procesos de renovación urbana y los planes parciales que se han impuesto en la ciudad.

Por otra parte, con la renovación urbana del centro ampliado se elevará sustancialmente el precio de la propiedad inmobiliaria y del avalúo catastral que sirve de base para establecer el Impuesto Predial Unificado que finalmente afectará a las viviendas de los habitantes de dichos barrios en lo que se conoce como el proceso de gentrificación que conduce paulatinamente a la pérdida del patrimonio familiar y al desarraigo de sus habitantes como ha sucedido en otros sectores de la ciudad y lo que acontece con las actuaciones públicas y privadas en el parque Nacional Los Farallones y el sector de Pance, impidiéndoles a los caleños la vista y disfrute de este parque natural y de los cerros tutelares y hasta del murmullo de las aguas del río Cali con la construcción del denominado bulevar del río que hoy está convertido en una zona de la lúdica desenfrenada que perturba la paz y el sosiego doméstico de los residentes en el edificio Avenida Colombia, etc.

Con razón un pequeño grupo de caleños se han opuesto a que se ejecute el mencionado plan urbanístico de ampliación del centro de la ciudad a quienes no se les da las garantías constitucionales y legales para participar en la discusión de este asunto de interés general, el cual se pretende resolver al margen de los ciudadanos caleños en las alturas del poder y atendiendo el interés particular de urbanizadores y comerciantes disfrazado de interés social y prioritario para la ciudad de Cali convertida en este caso en una bella flor pero sin raíces.

Luz Betty Jiménez De Borrero / Pablo A. Borrero V.

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