Si  algo genera orgullo y satisfacción moral en un ciudadano, es que sus actividades y proyectos, si se hacen bien, sean reconocidos positivamente. Especialmente si estos van dirigidos al bienestar de la comunidad en general.

Ha hecho carrera en Cali, que quienes participan en actividades que de alguna manera son obligación del estado, pero que se adelantan por un líder, por propia iniciativa y con recursos propios, no recursos públicos, no se les dé el crédito que corresponde, por parte de la Administración Pública y seguramente por mucha de la comunidad en general, aunque sean evidentes los beneficios generados, lo cual muchas veces lleva a abandonar esas actividades, dejando  tras sí un vacío en la participación y en manos de  otros sin el  conocimiento y pasión por el quehacer social.

Desde la Corporación Hábitat y Entorno, en los últimos 20 años dedicamos nuestro esfuerzo, tiempo y dinero para promocionar, creando condiciones favorables y actividades diversas muy conocidas en  la Administración  Distrital y sociedad civil, rescatando ese ícono patrimonial tan importante como es EL MONUMENTO A CRISTO REY, con una estrategia  de cultura ciudadana, en especial con la celebración de su cumpleaños,  invitando a todos en general que acogieron complacidos nuestra propuesta, que fueron creciendo las visitas  al Cerro de manera rápida y multitudinaria, tanto que en este momento ya no necesitan invitación alguna.

Fuimos sumamente diligentes con la defensa del Monumento y su entorno, que nos hizo acreedores a varios “Reconocimientos” de los cuales estamos agradecidos y orgullosos por lo que representa para la ciudad y  en especial  el otorgado por la   Comunidad Jesuíta,  una bella placa instalada en el propio pedestal, a los pies del Cristo, desde hace 13 años, destacando nuestra labor de “Cultura Ciudadana para los Caleños”,  fue una actividad realizada con el corazón. Hoy día pienso que en el fondo necesitábamos devolver a la ciudad, los favores de vivir en Cali y a la Administración Distrital, a la que le debo mucha de mi formación profesional.

Infortunadamente durante  el gobierno  anterior de Jorge Ivan Ospina, de quien recibiera en su primera administración otro “Reconocimiento” pues conocía perfectamente nuestro compromiso por tantos años con la ciudad, ya en su segundo período fuimos excluidos sistemáticamente de las reuniones y comités sobre el tema de Cristo Rey, desde la Secretaría de Vivienda. Más grave aún se ordenó retirar la Placa del monumento, sin reubicarla por lo menos y tampoco se tuvo la delicadeza de notificarnos  tal decisión, ni la  retornaron a nosotros sus propietarios. Situación que  ha generado desconcierto y molestia en nuestro equipo,  por la  falta de respeto a nuestra labor.

Una sociedad que no valora el trabajo de sus líderes definitivamente no crece, ni genera valor agregado al esfuerzo de la Administración pública, en beneficio de sus ciudadanos.

Aspiro que en esta nueva  Administración del alcalde Alejandro Eder, se nos restituya el derecho adquirido y se pueda reinstalar la Placa, en otro lugar del Parque Integral de Cristo Rey,  que no sea necesariamente el Monumento, que entiendo por ser considerado como patrimonio, debe mantenerse como originalmente fue diseñado. A su vez que  tenga en cuenta todos los esfuerzos de líderes y ciudadanos que se sienten comprometidos con la ciudad.

*Directora Corporación Hábitat y Entorno – Abogada USACA – Administradora Pública UNIVALLE

Beatriz Marín Cataño