Una de las mayores preocupaciones en el Planeta Tierra es la falta de agua, principalmente en los periodos secos y su creciente consumo por los humanos, la agricultura y la industria. A lo anterior se suma los cada vez más frecuentes incendios forestales, que, por su extensión, afectan la atmósfera y lo más grave es que los bosques son la alcancía del agua que la guardan para los periodos secos. Cumplen además otras funciones importantes en la regulación del clima y toman de la atmosfera monóxido de carbono que ayuda a minimizar el calentamiento global.
Los pirómanos no saben el daño que hacen cuando provocan los incendios forestales. Si no aprendemos a cuidar nuestra casa, bien pronto el Planeta Tierra será invivible.
Santiago de Cali tiene una experiencia que muchos, por no decir la mayoría de sus habitantes desconoce y es cuando por los años de 1.930 los caudales del Río Cali fueron inferiores a las necesidades de la Planta de San Antonio para abastecer a la ciudad que rondaba por los 300.000 habitantes. El Concejo Municipal creó la Junta Pro aguas presidida por el Gerente de las Empresas Municipales de Cali y administradas por un Fideicomiso que respondía por los pagos de un empréstito concedido por una entidad norteamericana.
La Junta adquirió cerca del 80% de los terrenos de las cuencas hidrográficas de los ríos del Municipio y gracias a la gestión del gran líder cívico Dr. Joaquín Borrero Sinisterra, los terrenos baldíos nacionales le fueron adjudicados por Ley y por ello el Parque Natural de los Farallones es propiedad del Municipio y nuestras inútiles autoridades ambientales han sido incapaces de detener la minería ilegal en ellos.
Esa gestión de la Junta Pro-aguas permitió la ampliación de la Planta de Tratamiento de San Antonio y que el Río, en su paso por la ciudad, siempre tenga agua. Está pendiente para cuando EMCALI se recupere y vuelva ser una de las primeras del país, construya la Planta de Cali-alto y regulado el caudal del Río deje de ser en los veranos una maloliente alcantarilla y se logre verdaderamente que “Cali sea un sueño atravesado por un rio”.