En el informe de ciudades sostenibles, Santiago de Chile es una ciudad latinoamericana de admirar, porque se ha consolidado como una urbe con una buena calidad de vida, con un buen medio ambiente, atributos económicos y calidad de vida para las personas. Comparativamente en ingresos per cápita muy superior a Bogotá, Medellín y Cali, con 15 mil dólares por persona, mejor medios de transporte, de vivienda y conectividad.

La ciudad en el contexto suramericano sigue avanzando en su transporte sustentable, gestión de residuos, energía renovable, emisión de gases de efecto invernadero y calidad del aire.

En América Latina, la lista de mejor calidad de vida la lidera Montevideo (Uruguay), seguida de Buenos Aires (Argentina), y Santiago de Chile (Chile). La peor calidad de vida en la región la tienen Caracas (Venezuela), La Habana (Cuba), y Tegucigalpa (Honduras). El costo de vida es mejor, no es tan alto como el de Cali y Bogotá, aunque tiene un desafío importante, frente a las grandes urbes, donde hay mayores ingresos.

Por eso es urgente recapitalizar su rentabilidad en servicios como políticas sociales y acciones ambientales para mejorar la prosperidad y calidad de vida de los ciudadanos.

La comuna de Santiago-centro ofrece en los últimos años un ejemplos de renovación urbana, en el contexto local, con  la aplicación de  política pública en Chile, y la intervención del Estado a través de  estructuración urbana; el desarrollo  social, respuesta a la escasez de vivienda, más   re-poblamiento y gestión del suelo, para mejorar calidad de vida y medio ambiente.

Y como todas las ciudades, Santiago busca su densificación equilibrada, es decir, un aumento según las capacidades del espacio público, las áreas verdes, la vialidad y el transporte; que procure poblar zonas sin afectar a la comunidad.

Indudablemente que Santiago de Cali podría aprenderle mucho a Santiago de Chile, observando su urbanismo, la defensa del patrimonio historico, su estructuracion de zonas verdes, mejor nivel de vida e indicadores de pobreza y miseria , menos contaminacion urbana, mejor movilidad, servicios públicos menos costosos, mayor tecnologia de ciudad  y por ello sería deseable que fueran ciudades hermanas, tareas del nuevo alcalde y los miembros de su gabinete.

Redacción