El Presidente de la Republica, Gustavo Petro, ha declarado mañana martes 18 de marzo del 2025, como día cívico, con el objetivo de permitir que los colombianos participen en movilizaciones ciudadanas, en apoyo a los proyectos de reforma social presentados por el gobierno ante el Congreso Nacional. Esta decisión ha generado grandes apoyos y una serie de reacciones entre alcaldes, gobernadores, partidos políticos y el Congreso.
Redacciones de alcalde y gobernadores
Los alcaldes de Medellín, Bucaramanga, Cartagena y Cali, han rechazado la medida, argumentando que no acogerán el día cívico y que los servidores públicos trabajarán con normalidad. También algunos no han acogido el día 5, pero ofrecerán garantías para las marchas, permitiendo que algunos trabajadores participen, pero manteniendo la normalidad laboral.
Gobernadores como el de Antioquia, considera que es un día de vagancia y la del Valle ha expresado que no habrá día cívico, pero si darán permiso a los empleados que deseen participar en las manifestaciones.
Varios sindicatos como educadores, etc. han respaldado el día cívico y la participación de docentes en las manifestaciones. Esto ha generado críticas desde la oposición, que argumenta que los docentes deben priorizar su función educativa.
Los partidos políticos, como la Colombia Humana han expresado su respaldo al día cívico, una garantía para los movimientos sociales y las reformas propuestas por el gobierno, el Pacto Histórico defiende el día cívico como una medida necesaria para garantizar el derecho a la manifestación sin represalias laborales y el director de cambio radical, Germán Córdoba, ha calificado al día cívico como un despropósito de una estrategia populista que anticipan el debate electoral. El Congreso de la República ha respetado la decisión del Ejecutivo para que haya día cívico, pero la oposición en el Congreso ha sido crítica con estas medidas, considerándolas una forma de presión política.
Intenso debate político y social en Colombia ha generado el día cívico, reflejando las divisiones entre los partidarios del gobierno y la oposición, entre una oportunidad para la movilización social como una estrategia populista.