No exagero al escribir que gobernantes, ciudadanos, no estamos dándole valor a la administración pública, al sistema político, a la democracia, haciéndose imperativo la creación de campañas pedagógicas que nos orienten en temas como:
• ¿Qué es ciudadanía?,
• ¿Qué es el deber ciudadano?,
• Los ciudadanos no pueden continuar distantes del Estado,
• ¿Qué es democracia y que no sea democracia vacía,
• Somos una democracia sin demócratas,
• ¿Cómo fortalecer el sistema democrático en peligro?,
• Entender que la constante confrontación entre los partidos políticos atenta contra el desarrollo del país y éstos no están pensando nacionalmente,
• La poca credibilidad que tenemos del gobierno y este nunca puede ser incendiario,
• Creer que la violencia es la solución al desorden gubernativo,
• Cada vez las campañas políticas son más costosas se concluye que solo con dinero se puede hacer política,
• La importancia de la separación de los poderes, su respeto mutuo,
• Desconocimiento de la importancia de la política exterior,
Ante tan vergonzoso diagnóstico se debe trabajar en:
1. En una organizada e inquebrantable campaña pedagógica sobre democracia y ciudadanía,
2. Ser un buen ciudadano es más que cumplir las leyes y pagar impuestos,
3. Ser ciudadano es poseer espíritu público, salir del estado de confort, es superar lo que se denomina mero cliente,
4. La ciudadanía debe entenderse como una virtud cívica superior,
5. Debemos auto examinar nuestra democracia para que no muera,
6. La democracia no puede ser rehén del poder económico,
7. Debemos entre todos crear ideas que permitan reunir a la gente para dialogar, compartir y comprometernos,
8. Ser ciudadano es respetar el medio ambiente,
9. Debemos aprender hablar de política, sin que surjan disputas violentas, que nos permita reflexionar, conocer otras visiones,
10. No podemos dejarnos dividir como comunidad, todos necesitamos seguridad, servicios públicos, empleo,
11. La democracia es una sumatoria de instituciones públicas y privadas, es más que un ideal, debemos defenderlas, apoyarlas financieramente,
12. Este trabajo pedagógico debe establecer un programa de control y juzgamiento a quien se atreve a desconocer la democracia y la ciudadanía, porque existen estrategias contra éstas con fines políticos.
Esta pedagogía debe convertirse en un propósito nacional y no mera retórica para que la política deje de ser usurpada por los políticos clientelistas y retorne a los ciudadanos como la crearon los griegos hace más de 2500 años, porque hoy lo que existe es una democracia vacía sin contenido.
No podemos olvidar lo que con certeza escribía Constant:
“la clase política incentiva el desinterés ciudadano para quitarnos cuidados o preocupaciones, ahorrarnos toda especie de trabajo, excepto el de obedecer y pagar”.
Jorge Enrique González Rojas
