El primer mes del año 2025 ha sido un período crítico para el alcalde de Cali, Alejandro Eder, después de  cumplir  un año en el cargo. Este tiempo ha estado marcado por altas expectativas de los ciudadanos respecto a la viabilidad de la hacienda pública, ESTA QUEBRADA LA CIUDAD FISCALMENTE, sin viabilidad para  finalización de grandes obras inconclusas, como el sistema MIO, 21 Megaobras y cinco parques que aún no han sido terminados.

Desde su campaña en el 2023 y llegada al poder en el 2024, Eder prometió un cambio en la administración pública de Cali, destacando la seguridad, la lucha contra la corrupción, la necesidad de recuperar las finanzas, mejorar el desarrollo de Cali, pero en la ciudad el clima actual es tenso. Se han iniciado procesos de revocatoria de su mandato, lo que refleja el descontento ciudadano ante las críticas y esperanzas por su gestión , tocándole una vacaciones interrumpidas por la violencia en la ciudad

Ahora sale  anuncio apresurado e inesperado de una nueva obra: “La renovación total de la Avenida Ciudad de Cali”, con una inversión estimada de $400 mil millones. Este proyecto no fue contemplado en los planes iniciales del Plan de Desarrollo aprobado, ni el empréstito aprobado  también por el Concejo y fue presentado con solo 24 horas de anticipación.

La seguridad ha sido otro tema candente durante este mes. Eder ha enfrentado críticas por su gestión en este ámbito, también en relación al proyecto AMSO, que ha sido considerado fallido, por no tener a Palmira, Yumbo, Candelaria y Dagua. La percepción pública es que no se están tomando las medidas adecuadas para combatir la violencia creciente en Cali. A pesar de todos estos problemas insolutos, Eder ha mantenido su compromiso con una agenda social robusta que busca atender a las poblaciones más vulnerables.

El alcalde ha realizado cambios menores en su gabinete, lo que ha generado dudas sobre su capacidad para implementar políticas efectivas, porque ya superó en 11 meses , más de una decena de cambios. Sigue evidenciando falta de experiencia en algunos miembros del equipo ha sido señalada como un obstáculo para lograr los objetivos propuestos. La situación financiera también se complica debido a recortes proyectados en el presupuesto nacional 2025, lo que podría afectar gravemente los recursos destinados a educación y salud en Cali10.

A medida que Eder comienza este nuevo año, enfrenta un panorama incierto, que se reflejará en su imagen publica. Las expectativas iniciales han chocado con la realidad de una administración marcada por críticas y desafíos. Para corregir errores y reorientar la ciudad hacia un futuro más prometedor, será crucial que Eder escuche las preocupaciones ciudadanas y ajuste su estrategia administrativa, donde falla hasta en la participación ciudadana. La capacidad para transformar estas adversidades en oportunidades definirá no solo su legado como alcalde, sino también el futuro inmediato de Cali.

Indudablemente hay incertidumbre de los caleños con  el alcalde Alejandro Eder, en febrero, nueva medición del alcalde, la ciudad no va bien

Editorial