La reciente toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos ha generado xpectativas en Latinoamérica, especialmente en lo que respecta a las políticas económicas y sociales que podría incidir

De las políticas más discutidas que Trump ha anunciado, es el aumento de aranceles a las importaciones. Se espera que imponga un 25% a productos provenientes de México y Canadá y un 60% a importaciones chinas. Estas medidas podrían afectar el crecimiento económico de países latinoamericanos, especialmente México y Brasil, que dependen en gran medida de sus exportaciones a EE.UU.

El plan de deportación masiva propuesto por Trump, también tendría repercusiones económicas significativas. Se estima que, si se implementan deportaciones masivas, México podría experimentar una caída del 0.6% en su PIB debido a la reducción en remesas, o incluso hasta un 3.4% si se deportan todos los inmigrantes no autorizados. L

Las políticas migratorias de Trump están diseñadas para frenar la inmigración irregular, lo que podría generar tensiones entre EE.UU. y países vecinos del sur. La reactivación de la política “Permanecer en México” y la designación de cárteles como organizaciones terroristas son ejemplos claros de cómo su administración podría adoptar un enfoque más agresivo hacia la migración.

La dependencia de materias primas, como el cobre en Chile, hace que países como este sean vulnerables a fuertes cambios en la política comercial estadounidense.

La declaración de emergencia nacional en la frontera sur de EE.UU., podría resultar en un entorno comercial más hostil para Latinoamérica y exacerbando tensiones sociales y económicas. La región deberá prepararse para posibles desafíos económicos si se implementan las políticas propuestas por la administración Trump.

Redacción