La demanda eléctrica crece en el mundo y en Colombia al 8.2 % anual. El actual desgobierno anunció que esa demanda la supliría en corto tiempo con energías eólica y solar, pero el sistema eléctrico nacional interconectado, que brinda servicio las 24 horas, con su creciente demanda, no se puede suplir con una generación aleatoria. Que en la Guajira hay vientos y sol durante muchos días es cierto, pero ello no coincide con la operación del sistema interconectado nacional. Para aprovechar esa generación lo primero es construir subestaciones y prolongar las líneas de alta tensión del sistema interconectado. Como su generación es aleatoria y no se puede programar el sistema, necesita otras fuentes para atender el futuro y además plantas que sean operables de acuerdo con la demanda. En el país la generación eléctrica es 68% hidráulica y el resto térmica por carbón o gas y un pequeño porcentaje de sobrantes de lo generado por algunas industrias.
Los paneles solares, con amplia propaganda de sus vendedores, aportan energía, pero no garantizan el suministro al país ya que su generación depende del tiempo atmosférico no controlable. Igual, su vida útil es del orden de 20 años. Tenemos centrales hidráulicas ya estudiadas, pero a diferencia de los paneles solares, su construcción tarda varios años, pero su vida útil es ilimitada. La planta del Bajo Anchicayá y la del Lago Calima ya tienen cerca de 70 años y siguen funcionando, por no hablar de las pequeñas del Río Cali que datan de 1918.
Los países, con ingresos de hasta 18 veces el nuestro, siguen investigando y trabajando unidos para superar los problemas de los reactores para la fusión del hidrógeno y con la esperanza de atender con ellos la demanda eléctrica por los años 2.050. La fusión no tiene los riesgos de las plantas de fisión, que tratan de desmontar en el mundo por sus riesgos operativos y el gran volumen de residuos radioactivos de larga vida que es necesario y costoso enterrar.
Nosotros tenemos en el Valle del Cauca, donde importamos el 42% del consumo eléctrico, dos proyectos ya estudiados que podrían suplir esa demanda si la actual e inútil CVC abandonara sus infantiles cuentos verdes y adelantara su construcción e igual acometiera el Plan del Agua, vital para el futuro humano, agrícola e industrial de la región. Trabajar en ello podría justificar su burocracia y costosa existencia.
La Asamblea Departamental y la Gobernación deben cumplir con su deber y poner a funcionar a la CVC de manera útil, dado que ayer es tarde para atender el futuro, que como decían los mayores, si no actuamos, este nos puede encontrar desnudos o viringos como también decían. No hacerlo le costará a la región lo inimaginable.
Por favor no sigamos cantando como la alegre cigarra que el futuro es hoy, no mañana.
Nicolas Ramos Gómez

Ingeniero Civil , ex gerente de Emcali y ex Presidente de la SMP