OCUPANTES DE LA PLAZA SILOÉ QUE NO SON LOS MISMOS A LOS QUE EL MUNICIPIO EN 1994 LES DELEGÓ LA SEGURIDAD ALIMENTARIA SE NIEGAN A PERMITIR QUE LA ASEGURADORA REPARE EL TECHO INCENDIADO EN SEPTIEMBRE DE 2022
A PESAR DE NO SER LOS COMERCIANTES QUE AHÍ DEBERÍAN ESTAR, SIGUEN RESPALDANDO AL ETERNO ADMINISTRADOR QUE LES PERMITIÓ ESA OCUPACIÓN Y AMENAZAN CON NO TRASLADARSE A LA CARPA TEMPORAL – “PRIMERO NOS PAGAN LA INDEMNIZACIÓN PROMETIDA Y DESPUÉS NOS PASAMOS”, DICE UN LIDER COMUNITARIO AJENO A LA PLAZA – LA ASEGURADORA TEME QUE “LE HAGAN CONEJO” Y PROMETE PAGAR APENAS DESALOJEN PORQUE DESPUÉS “SON CAPACES DE QUEDARSE AHÍ”
Miren el diluvio que anoche 10 de octubre cayó en el sur de la ciudad y las consecuencias terribles sobre los comerciantes de ropa de la plaza Siloé: el bendito líquido caído del cielo les cayó por el techo roto y los dejó en la ruina (!) Lo peor es que el agua se represó en el piso porque la red de alcantarillado está taponada. En los videos que circulan por las redes, se escucha una voz femenina de una de las afectadas lamentando con llanto haber perdido todo su capital, toda su ropa de segunda, mientras rodaba un video mostrando las prendas flotando sobre el agua y escuchando el ruido del aguacero contra las latas cercanas. “Y así siguen (¿seguimos?) respaldando a ese Guarnizo…”. Y es cierto: Asosiloé es la única de las seis asociaciones que durante treinta años han administrado bien las seis galerías, que perdió la vocación alimentaria y permitió que se transformara en lo que hoy vemos los caleños. ¿Que también fue culpa de las administraciones (los alcaldes)? puede ser. Pero es que las otras cinco galerías están relativamente bien.
Dos horas antes del diluvio caído, durante una reunión con los protagonistas a instancias de la Personería, y cuando todo parecía llegar a un acuerdo final para que antes de que termine este mes los 125 comerciantes damnificados desocupen temporalmente parte de la plaza, un líder del pueblo que hace pocas semanas irrumpió con el poder de la fuerza a liderar un proceso que se venía adelantando sin su presencia desde hace más de un año, se levantó enojadísimo y con voz de mando sentencio, más o menos: “pues yo no voy a permitir que se incumpla una promesa distinta a la firmada el día que nos tomamos la glorieta”.
Las miradas de sorpresa de la veintena de funcionarios y asociados de Asosiloé, hizo que releyeran el acta de aquel día, en el que la presión de la fuerza permitió el desbloqueo de la glorieta de la carrera 50 con la avenida de Los Cerros: se constató en la lectura que el pago de una indemnización individual y única por $1.5 millones que el exalcalde Jorge Iván Ospina prometió a los 115 damnificados por el incendio del 4 de septiembre de 2022, se pagaría después de que cada damnificado desocupase el espacio. La verdad es que ese beneficio no estaba estipulado en ningún contrato con la plaza ni con el municipio, y a la hora de la verdad resultó ser un buen gesto solidario con los humildes comerciantes.
El caso es que la aseguradora no puede esperar más tiempo para iniciar y entregar en menos de un año las obras de restauración y recuperación de la icónica plaza alguna calificada como un Bien de Interés Cultural. BIC.
Bajo el supuesto de que la administración resulte incapaz de ejercer su autoridad como propietaria del bien de uso público o que por las buenas o por vía judicial se lo arrebate al poderoso, respetado, y quizás temido pero venerable anciano, Eliud Guarnizo, ¿qué nos espera en aquel caso?: a) se culpará a los comerciantes por no despejar el espacio para adelantar las obras, b) se culpará a la administración por no ejercer la autoridad para la restitución oportuna del bien, c) se habrá perdido la póliza de seguro y entonces todo el costo de recuperación del techo incendiado correrá por cuenta del distrito y no hay recursos a la vista, d) Asosiloé continuará “administrando el bien” y en menos de tres meses les habrán cortado los servicios públicos recién reconectados, pues no tienen cultura de pago, e) la temporada de lluvias y el fenómeno de La Niña llegará implacable y entonces los comerciantes de segundas bajo el liderazgo del pueblo de la ladera bloquearán la glorieta de la avenida de Los Cerros con 50 y, prestos, la Unidad de Bienes y Servicios y la Secretaría de Desarrollo Económico correrán a buscar la solución con tal de lograr el desbloqueo de la vía.
Sólo restan los días de octubre para que desocupen el amarradero y se trasladen a la carpa temporal que la aseguradora les adecuó en el único y más cercano espacio existente para ese objetivo.
Y si así ocurre, le queda al Distrito un año para que, vía acuerdo distrital, decida recuperarle a la galería Siloé su vocación alimentaria perdida, o, en su defecto, cambiarle el uso del suelo a esta icónica estructura BIC y entregarles el bien de uso público a los comerciantes que ahora la ocupan. Para corroborar lo que acabo de escribir, transcribo los numerales pertinentes de la sentencia de acción popular del Consejo de Estado Rad. 76001233100020050256201 de marzo de 2016 por la cual se ordenó a Emsirva ESP en Liquidación devolverle a gratuidad al municipio de Cali las seis plazas de mercado:
“PRIMERO … (…) TERCERO: ORDÉNASE al municipio de Santiago de Cali la realización de un estudio técnico con el fin de analizar las necesidades de la población de los barrios en los que se hallan ubicadas las plazas de mercado de La Alameda, Porvenir, Alfonso López, Floresta, Santa Elena y Siloé, el cual deberá ser realizado dentro de los 6 meses siguientes a la ejecutoria de la presente sentencia.
CUARTO: Como resultado del estudio anterior, el municipio de Santiago de Cali deberá tomar las decisiones necesarias para la preservación y administración de los referidos bienes de uso público destinados a plazas de mercado o para modificar dicha destinación en la forma establecida por la ley y adoptará todas las medidas que se deriven de las mencionadas decisiones.
QUINTO: De concluir el estudio ordenado que resulta necesario preservar las plazas de mercado de La Alameda, Porvenir, Alfonso López, Floresta, Santa Elena y Siloé, el municipio de Cali ejecutará las acciones que se requieran para la continua prestación del servicio en las mismas.
SEXTO: (…)”