Como en el cuento infantil escrito por el francés Charles Perrault en el siglo 17, posteriormente complementado en el siglo 18 por los hermanos alemanes Grimm, basados en la antigua historia de Ródope, de aquella bella joven que vivía con su madrastra y sus dos hermanastras obligando a la Cenicienta hacer los trabajos humillantes de la casa, es la comparación de lo que acontece con el agro colombiano. 

El presidente Petro (la madrastra) y sus ministros de agricultura y ambiente (las hermanastras) equivocadamente han asumida posturas ideológicas que difieren de la realidad del desarrollo sostenible del campo colombiano. Han debatido erróneamente que es la tenencia territorial la que determina el progreso, en vez de enfocarse en la eficiente producción, determinante de sostenibilidad alimentaria. 

El mismo gobierno, a través de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA) ha actualizado recientemente que de 114 millones de hectáreas de la geografía nacional, 43 millones (37%) son frontera agrícola. De ellas 22 tendrían vocación agropecuaria y las otras 21 serían reserva forestal, de importancia en generación de recurso hídrico. El país tan solo cultiva eficientemente la tercera parte, 8 millones de hectáreas. 

La altillanura es el futuro del desarrollo agropecuaria y agroindustrial, con potencial de 15 millones de hectáreas en los departamentos del Meta, Vichada y Casanare, aptos para desarrollo de talla mundial. 

Sin embargo, en vez de incentivar la zona, dotándola de infraestructura vial primaria y secundaria, corredores ferroviales comunicantes a los puertos del Atlantico y del Pacifico, distritos de riego, navegación fluvial, interconexión eléctrica, tecnología digital y prevención de inundaciones, entre otros, el gobierno nacional centra la discusión en ideologías fallidas de reforma agraria.

No se puede decir que no ha existido una reforma agraria en el pasado, cuando se registran un número superior a 40 millones de hectáreas entregadas a comunidades indígenas, afrodescendientes y asociaciones campesinas. Fedegan aún espera concretar el ofrecimiento al gobierno de 3 millones de hectáreas. 

Es inaudito, por ejemplo, que, a la comunidad menonita del Meta, la fiscalía general de la Nación impute cargos sin sustento, de daño en recursos naturales e invasión, cuando en otras zonas del país más de 300 mil hectáreas esten sembradas en coca en flagrancia ante las miradas impávidas de autoridades ambientales y la misma fiscalía. 

Los modelos de desarrollo agropecuario son ejemplarizantes. Los menonitas producen más de 200 mil toneladas de maíz y 100 mil toneladas de soya. La palma africana se cultiva en aproximadamente 300 mil hectáreas. Fazenda, el proyecto agroindustrial mas ambicioso del Meta, consistente en 50 mil hectáreas cultivadas en soya y maíz, para producir 900 mil cerdos al año. El sector agroindustrial vallecaucano y otros grupos económicos nacionales e internacionales están vinculados al desarrollo de la zona en desarrollos de palma africana, caña de azúcar, pecuarios y cultivos de pan coger.  

Pese a los fantasmas de expropiación, invasiones incentivadas por el mismo estado, compras arbitrarias por la Agencia Nacional de Tierras (ANT) con subsecuentes presuntos focos de corrupción, la agroindustria creció un 5,5%, representando casi el 10% de la economía nacional, fortalecida por los tradicionales productos de café, oleaginosas, azúcar, frutales, hortícolas y pecuarios.

La discusión debe apartarse de ideologías fallidas y concentrarse en el desarrollo uniforme del privilegio del país, considerado una de las despensas alimentarias del planeta. 

Ojalá la cenicienta de este relato encuentre su zapatilla de cristal y príncipe azul que destronen la madrastra y sus hermanastras.

Guillermo E. Ulloa Tenorio

Economista de la Universidad Jesuita College of the Holy Cross en Estados Unidos, diplomado en alta dirección empresarial INALDE y Universidad de la Sabana. Gerente General INVICALI, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE, Secretario General de la Alcaldía. Ha ocupado posiciones de alta gerencia en el sector privado financiero y comercial.