Con motivo del dia de la independencia de Colombia, del 20 de julio, el ex senador José Renan Trujillo Garcia, nos envia el libro escrito por él , sobre la vida del libertador Simon Bolivar ” Bolivar odiado y amado “, Caliescribe publica su prologo, que permite tener todo el contexto, de tan importante naraccion para la literatura historica de Colombia..
“Bolívar en esos instantes finales de su existencia habría de recordar el juramento que hiciera en el “Monte Aventino” de Roma, cuando pronunció esas palabras que quedaron grabadas para siempre “no daré reposo a mi alma, ni a mi cuerpo hasta dejar a América libre de las cadenas que la oprimen”. Esas cadenas hasta su final lo aprisionaron y acabaron con su vida cuando solo contaba con 47 años de edad y había logrado la libertad de 5 naciones americanas. Vivió soportando una aguda enfermedad, la tuberculosis, la misma que también se llevó a la eternidad a su señora madre María de la Concepción Palacios y a su única esposa María Teresa del Toro, también afectada por fiebres malignas, ambas mujeres españolas.
Bolívar soportó la traición y el odio que despertó por la envidia de aquellos que querían arrebatarle la gloria de ser el número uno de un territorio en guerra. El prócer oriundo de Caracas – Venezuela no dio nunca paz a su espíritu y aunque le fueron otorgados todos los títulos a que se hizo merecedor por su grandeza y aunque amó a muchas mujeres, vivió alimentando su tristeza y en ese estado se encontraba cuando la enfermedad apagó su existencia el 17 de diciembre de 1830 en Santa Marta. Había nacido el héroe en Caracas, Venezuela, un 24 de julio de 1793 y moría derrotado por el dolor al evocar recuerdos amargos, entre ellos el del mariscal José Antonio Sucre, asesinado por orden de quienes también planearon su muerte, la noche del 25 de septiembre de 1828.
El libertador quiso cumplir la promesa que le hiciera al generalísimo Francisco de Miranda de unir a toda América en una sola patria, y no lo logró, en cambio sí cumplió con la orden de desterrarlo a pesar que también había luchado por la emancipación y que cayó en desgracia por capitular con España para evitar el fusilamiento de su tropa luego de sufrir una derrota en el año de 1812 en Puerto Cabello, Venezuela. Esa derrota la recordaría Bolívar en sus delirios al igual que su enemistad con el general Francisco de Paula Santander, con quien tuvo enfrentamientos que lo hicieron exclamar con amargura momentos antes de fallecer: “El no habernos compuesto con Santander nos perdió a todos”. Pero ya esto no contaba, Bolívar el héroe más importante de todos los tiempos en América moría y sus restos fueron reclamados tres meses después por su patria, que hoy le rinde honores cuando en vida lo había declarado ” hijo proscrito de Venezuela”.
Cuando se enteraron sus paisanos de su muerte por las calles de Caracas protagonizaron revueltas a los gritos de “ha muerto el engendro del mal”. En esta obra su autor da cuenta que Bolívar no fue del todo un dechado de virtudes sino un ser humano a quien hay que desmitificar y que se vio obligado por las circunstancias de la época a ordenar el fusilamiento de miles de personas que no querían apoyar la causa de la libertad. héroe que no tembló ni siquiera cuando aprobó el destierro de los generales Miranda y Santander, con quienes construyó el triunfo en los combates que lo llevaron a la gloria eterna.
Es un texto que puede ser ampliado como lo afirma su autor, pues son solo referencias de la vida de quien amó, odió y entregó toda su existencia a cumplir el ideal de ver a América libre del oprobio y sin las cadenas que la aprisionaron desde la llamada conquista española de 1492 hasta el 7 de agosto de 1819. Se presentarían después de la muerte de Bolívar sucesivas guerras civiles y enfrentamientos por el poder, el que hasta nuestros días se ha utilizado en buena parte por deshonestos que convirtieron la patria en un campo abonado para la guerra y la corrupción.