Este 20 de julio se instalará el Congreso de la República, bajo las palabras de Gustavo Petro como Presidente de la República, y allí no solamente hará el gran mensaje a la nación, con el balance de los dos primeros años, sino que también presentará las iniciativas político-constitucionales, legales, en temas de la carta política, de reformas económicas y sociales, que tienen a medio país en vilo.
No ha sido fácil este proceso, donde los empresarios en su mayoría van por un lado y el gobierno por el otro, el pueblo está esperando orientación de sus grandes líderes, y se escuchará en este 20 de julio, las propuestas de actos legislativos, y nuevas leyes, para buscar no solamente un país reformado, sino el modelo de reactivación económica y social, fundamentado en unas inversiones forzosas.
En cuanto a la agenda política, la constituyente reducida a un trámite en el Congreso de la República finalmente, será la que marca la pauta, porque ella podría tener efectos de gran controversia en Colombia.
La agenda económica, será continuada en lo que tiene que ver con las normas laborales, nuevo proyecto para la salud, reforma a la ley de servicios públicos.
Y dentro de la propuesta de la Asamblea Constituyente, aparecerá el modelo de rapidez, como se hizo el acuerdo con las Farc, a través del Fast Track, y un modelo de continuación económica y fiscal para la implementación de los mismos acuerdos.
Inicia pues el presidente Petro su tercera legislatura, donde Colombia ha entrado en una recesión económica, donde la inseguridad es uno de los puntos críticos del actual gobierno, generado precisamente por el proceso de paz total.
La receptividad del gobierno nacional para su tercer año, está muy disminuida frente al inicio del primer año, y también del segundo año, porque ya los partidos están pensando en el nuevo Presidente de la República, sus candidatos y la reelección de ellos como Senadores o Representantes a la Cámara. Esta situación hace más difícil la negociación del gobierno con los Congresistas.
No hay la cultura de conformidad a la tradición colombiana, de tener un tercer año con una agenda tan grande como la que tiene el gobierno nacional, pero desafortunadamente por la experiencia colombiana, la mayoría de los congresistas buscan la financiación de su reelección y esto se da en el marco del mayor escándalo de corrupción del actual gobierno, como es el de la Unidad de Gestión del Riesgo, donde están metidos el Ministro de Hacienda, el ex Ministro del interior, muchos funcionarios y muchos Senadores y Representantes de la Cámara.
Gobierno y Congreso deben hacer un gran binomio, un gran acuerdo nacional, no solamente para estudiar, analizar, si no definir con mucha pulcritud, y seriedad legislativa, para que logremos dos grandes años del gobierno del Presidente Petro, colmados de mejoramiento de su desarrollo económico y social, donde la reactivación inicial es lo prioritario.