Según la DIAN, hasta el momento, enero – abril del 2024 , se habían recogido 85 billones de pesos de los impuestos nacionales proyectados en el Presupuesto 2024, que representan un 10.2% menos que en el 2023 y lo más grave un retroceso de 9.8 billones de pesos frente al mismo periodo del 2023; pero lo más grave es que las proyecciones del gobierno apuntaban a 100.7 billones de pesos en los cuatro primeros meses y al final quedó en 21.5 billones por debajo, es decir un 20% menos lo que aprieta la Tesorería Nacional.
Las proyecciones del Ministerio de Hacienda y la DIAN estaban fundamentadas en tener en los cuatro primeros meses del año 107.3 billones de pesos y lo que se recaudó fue 8.5 billones de pesos, en el 2023 en los mismos cuatro meses se recaudaron 95.7 billones, cifras solas que identifican la situación preocupante de la economía.
Y si se observa solamente el mes de abril, en este mes se recibieron 18.6 billones de pesos que es una caída del 49.9%, frente al mismo periodo del 2023 cuando se recaudaron 31.5 billones de pesos, esta es la más grande caída desde el 2001. Tiene que ver todo esto con una menor ejecución de la inversión pública y esto afecta el crecimiento de la economía colombiana.
Para unos analistas, es la disminución de la inversión nacional y extranjera en el país, producto de los problemas de la política del gobierno nacional, en temas de reformas sociales, en temas económicos, la reforma laboral, etc. y también el aumento de impuestos de la última Reforma Tributaria, que golpeó para ellos el crecimiento y el empleo.
Discriminada la caída se nota que en renta fue de 10.4 billones de pesos, en IVA externo 2.9 millones de pesos, los dos son más del 50% del desplome en sus categorías, y evidencia la desaceleración de la economía.
Y lo preocupante es que la reducción de la economía colombiana tiene un componente importante también en la caída de las importaciones, que se ve reflejado en el recaudo de impuestos aduaneros y por supuesto la menor actividad económica genera una disminución grande en la retención en la fuente.
Quizás lo crítico, es que el gasto público se tiene que reducir, al tener una disminución en el recaudo de los impuestos, el plan financiero no se cumplirá, lo que incrementa la disminución de crecimiento económico, (desaceleración económica). Y esto debe ser reflejado en el presupuesto que se presente al Congreso de la República a mediados de junio, donde hay reducción en los ingresos y en los gastos.
De otro lado se originará un mayor endeudamiento del gobierno para poder cumplir el plan financiero. Llegó el momento de apretarse el cinturón, ¿lo hará el gobierno?