Para concluir las anteriores columnas sobre la pertinencia de varios temas concernientes a Cali, en tanto la ciudad y sus habitantes, se los sintetiza a continuación en tres aspectos básicos que permitan su acertada y amplia discusión, y que surjan otros. Ellos son: el Plan de Ordenamiento Territorial, POT, concerniente a su urbanismo, paisajismo y movilidad; la puesta en práctica de las propuestas seleccionadas en función a su factibilidad, relación costo/beneficio y prioridades; luego el control efectivo de las mismas en tanto seguridad, usos y comportamiento ciudadano; y, finalmente, partir del Área Metropolitana que de hecho existe, la deseable y cómo lograr que se oficialice.

El Plan de Ordenamiento Territorial, POT, debe ser integral (urbanismo, paisajismo y vialidad) y simultáneo. En tanto urbanismo y arquitectura debe establecer los usos del piso bajo y de los superiores, y la ocupación del espacio en planta y altura; junto con la protección del patrimonioconstruido. En tanto el paisajismo, definir la arborización de las vías, la vegetación de los parques y zonas verdes, y los huertos comunales. Y con respecto a la movilidad, establecer un plan vial pensado para un transporte público multimodal e integrado (trolebuses, buses y taxis) y privado (camiones, automóviles y motos) mediante vías arterias y locales, además de ciclo vías y andenes.

La puesta en práctica de las propuestas más indicadas para conformar un POT a largo plazo, las que deben surgir de varias analizadas en los tres aspectos ya dichos (factibilidad, costo/beneficio y prioridades) principia por establecer su secuencia, garantizar su ejecución y luego proceder a su posterior comprobación periódica para realizar las modificaciones y complementos que sean necesarias. Lo que no debe implicar que no se puedan acometer algunas obras urgentes, siempre que sean puntuales y no interfirieran con el POT o que lleven a su pertinente modificación: o que sean solo transitorias, o que después se puedan remodelar o completar para incluirlas en el POT.
El control en tanto seguridad, usos y comportamiento ciudadano es fundamental para garantizar el éxito de un POT. Seguridad en relación con sismos, inundaciones, incendios, accidentes de transito y vandalismo, pero también considerar que un adecuado POT puede contribuir a controlar la delincuencia común. El control de los espacios urbanos públicos, y de las nuevas construcciones y remodelaciones debe ser permanente. Y lo mismo el control del comportamiento de los ciudadanos, lo que implica la socialización del POT, y la educación cívica básica. De nada  sirven normas y planes si no se lo difunde y se controla su estricto cumplimiento por parte de las autoridades y los ciudadanos.
El Área Metropolitana deseable  a partir de la que de hecho existe es ineludible tanto para la propuesta de un POT como para su ejecución. Y en el caso de Cali implica tanto ciudades dentro de la ciudad como fuera de ella, unidas por dos ejes urbano regionales, uno norte-sur a lo largo del par vial de las Cls, 25 y 26 y su prolongación a Yumbo y Jamundí con un tren de cercanías al medio, y el otro-oeste este a los dos costados del río Cali, y su prolongación a Buenaventura y Palmira. Ejes que vinculen el Área Metropolitana de Cali con la región de ciudades del valle alto del río Cauca, y su conexión con Buenaventura, Barranquilla, Pasto y Bogotá y más allá los Llanos Orientales.

Benjamin Barney Caldas

Benjamin Barney Caldas

Arquitecto de la Universidad de los Andes con maestría en historia de la Universidad del Valle y especializaciones en la San Buenaventura. Ha sido docente en los Andes y en su Taller Internacional de Cartagena; en Cali en Univalle, la San Buenaventura y la Javeriana, en Armenia en La Gran Colombia, en el ISAD en Chihuahua, y continua siéndolo en la Escuela de arquitectura y diseño, Isthmus, en Panamá. Miembro de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, la Sociedad de Mejoras Públicas de Cali y la Fundación Salmona. Escribe en El País desde 1998, y en Caliescribe.com desde 2011.