*LUZ BETTY JIMENEZ DE BORRERO PABLO A. BORRERO V.
A escasos diez días para que el alcalde Ospina termine su período de funciones, han surgido una serie de críticas y suspicacias sobre su administración, acogida inicialmente por los caleños que confiaron en sus promesas y compromisos plasmados posteriormente en su plan de desarrollo de Cali Distrito Especial.
Dicha situación corresponde en un todo a la forma y medida de la contratación oficial de una serie de obras cuya terminación le tocará ejecutar al nuevo alcalde, en tanto que otras no prioritarias le costarán al erario público miles de millones de pesos; circunstancia esta que deberá ser objeto de investigaciones por parte de los órganos de control.
Por otra parte, los problemas y dificultades por las que atraviesa EMCALI vienen de tiempo atrás debido al manejo equivocado que realizaron otras administraciones, al igual que lo sucedido con el Transporte masivo MIO en estado de insolvencia e incapacidad para transportar a los caleños ocasionado por diversos factores en materia económica, financiera y operativa, que la actual administración no pudo resolver.
A lo anterior se suma la actitud del alcalde saliente de privilegiar a sus correligionarios políticos y amigos personales a través de la contratación pública con los denominados prestadores de servicios so pretexto de defender el interés general disfrazado de interés particular, tal como sucedió con la contratación de un conjunto de rejas colocarlas en los separadores viales y cercar las zonas verdes, lo cual no constituye más que un despropósito de la administración actual ya que no se trata de una obra prioritaria, cuyo costo asciende a varios miles de millones de pesos del presupuesto municipal.
Muchas obras necesarias para la comunidad caleña no se terminaron a pesar de tener un interés especial para la ciudad como es la obra de aducción del Rio Cali, la cual ha sido calificada como un verdadero “elefante blanco”, en tanto su ejecución está suspendida a raíz de una demanda arbitral con la cual se condena al municipio a pagar una suma de dinero multimillonaria; obra esta que de no continuarse podría afectar a los habitantes del centro, del oeste de la ciudad y de varios barrios aledaños a dicho centro.
La visión cortoplacista y limitada del actual alcalde en torno a las verdaderas necesidades e intereses de la comunidad caleña, ligada simplemente a la construcción de obras urbanísticas, ha sido una constante que se repite con esta administración, que deja una serie de problemas relacionados por ejemplo, con el espacio público, la movilidad, el transporte, la inseguridad, la vivienda, la deficiente calidad de la educación y de la salud, conjuntamente con su actitud autoritaria que ha merecido toda clase de críticas y desacuerdos en diferentes sectores de la comunidad caleña.
Reiteramos el hecho de que gran parte de los problemas que gravitan sobre la ciudad y sus habitantes no fueron atendidos oportunamente por las administraciones anteriores , que poco o nada hicieron para resolverlos, en tanto que las medidas para solucionarlos generaron el efecto contrario, todo lo cual demanda de que el nuevo alcalde Alejandro Eder antes que pensar en la realización de grandes obras urbanísticas, dedique los pocos recursos fiscales a erradicar las causas que los han generado como una forma de lograr su eventual solución, que en ningún caso deben consistir en la continuidad de políticas similares tal como lo hicieron los alcaldes anteriores.
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Cali, 23 de diciembre de 2023
El Control Ciudadano Sobre la Gestión Pública es Condición Indispensable para el Ejercicio de la
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