“Mentir constantemente no tiene como objetivo hacer que la gente crea una mentira, sino garantizar que nadie crea en nada. Un pueblo que ya no distingue entre la verdad y la mentira no puede distinguir entre el bien y el mal: un pueblo privado del poder de pensar”. Hannah Arendt

Esa reflexión es de quien siempre quiso se le reconociera como una persona dedicada al análisis político y lo hizo con mucha sabiduría, hoy cobra total vigencia en Colombia, cuando tenemos un presidente dedicado a generar confusión institucional, anarquiza los poderes públicos, engaña a la comunidad con sus estridentes discursos llenos de odio clasista y la ciudadanía totalmente asustada, casi pensando que nada es posible organizar y que cada día desaparece el Estado de Derecho.

Como ciudadanos debemos aspirar que los poderes: el legislativo, el judicial hagan respetar las normas vigentes, y nosotros estar vigilantes de la aplicación de las normas para que no sean tergiversadas por el gobernante, no podemos esperar que otros hagan nuestra labor social y política, imposible continuar siendo cómplices permitiendo la presencia de pésimos políticos que afectan la salud de la democracia.

Para Arendt, era trascendente que los ciudadanos se interesaran por los asuntos políticos, dentro de un marco constitucional alejado de fanatismo e ideologías que anarquizan la vida de la comunidad, vulneran el Estado de derecho, ella siempre buscó se reconociera el imperio de la ley y no el de las personas, reconocía el principio de la separación de poderes y el de la limitación del poder como lo explicaba Montesquieu. 

Esencial recordar: este gobierno no quiere saber que debe tener frenos éticos y jurídicos, lo que se conoce como pesos y los contrapesos. No basta contar con normas vigentes, esencial tener una sociedad civil activa, vigilante, con mentalidad ciudadana.

Las próximas elecciones deben ser la barrera para que tiranos, no se beneficien de la democracia y abusen del poder, lo que padecemos hoy nos ha de servir para no volver a caer en manos de populistas que atentan contra la democracia, se brinquen las normas y se burlan de la ciudadanía.

¿Cómo salir de esa anarquía que nos agrede?

  • Colombia no es tierra de nadie,
  • Es el momento de las ideas, creando una hoja de ruta que asegure la calidad de vida de los ciudadanos,
  • Nuestra participación va más allá de un proceso electoral,
  • Urgente sembrar valores ciudadanos,
  • No es una labor de corto plazo,
  • Tenemos compromiso con las Generaciones futuras, creando debates públicos,
  • Actuación de la Sociedad civil que limite la influencia de los Partidos políticos.
Jorge Enrique González Rojas