El excanciller Álvaro Leyva Durán desató un vendaval político, al acusar públicamente al presidente Gustavo Petro de tener un problema de adicción a las drogas. En una carta abierta difundida en abril de 2025, Leyva afirmó haber confirmado esta situación durante una visita oficial de Petro a París en junio de 2023, cuando el mandatario desapareció dos días, generando desconcierto y preocupación en el entorno diplomático. Leyva expresó su pesar por no haberle extendido la mano para ayudarlo y aseguró que Petro no se ha repuesto de esa supuesta adicción.
La acusación ha provocado una fuerte reacción en el ámbito político colombiano. En el Congreso, la polémica llevó a citar al presidente Petro, para un examen de toxicomanía, para aclarar la veracidad de esas afirmaciones y el impacto que podrían tener en la gobernabilidad del país.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha respondido públicamente a las acusaciones hechas por el ex canciller Álvaro Leyva, quien lo señaló de tener una adicción a las drogas y de haberlo constatado durante un viaje oficial a París en 2023. A continuación se resumen las principales declaraciones y argumentos con los que Petro se ha defendido:
- Explicación sobre el viaje a París. Petro negó que su ausencia durante dos días en París estuviera relacionada con consumo de drogas. Explicó que la extensión de su estadía se debió a la oferta cultural de la ciudad y, sobre todo, a la oportunidad de compartir tiempo con su familia, especialmente con sus hijas y nietas que residen allí. Señaló irónicamente:
“¿Es que París no tiene parques, museos, librerías, más interesantes que el escritor, para pasar dos días? Casi todo en París es más interesante. ¿Es que acaso no tengo hijas y nietas en París, muchísimo más interesantes que el escritor?”
- Respuesta directa y tono irónico. Petro utilizó la ironía en redes sociales para desacreditar la acusación, sugiriendo que la prensa solo publica cartas que lo insultan y restando importancia al señalamiento de Leyva:
“La única manera para que la prensa publique cartas, es insultándome. No solo habla mal del escritor, sino de la prensa”.
- Defensa en discurso público. Petro abordó el tema directamente y desestimó la acusación, afirmando:
“Que este señor venga a decirle a un revolucionario que es drogadicto, es porque no entendió ni jota de la vida”.
- Referencia a su familia. Petro reforzó su versión señalando que su tiempo en París fue dedicado a su familia, y que por las circunstancias de seguridad y persecución en Colombia, tiene pocas oportunidades de ver a sus hijos y nietas:
“Se me volvió pecado estar con mi familia. Por vivir varios de mis hijos y mi madre en el extranjero, por la persecución que sufrimos, tengo muy pocas oportunidades de verla. No creí que ese hecho desatara suspicacias atroces en personas a las que les he dado la mano”.
- Minimización y rechazo de la acusación. Petro ha negado reiteradamente cualquier problema de adicción y ha minimizado el impacto de tales señalamientos, recordando que este tipo de rumores han circulado desde hace años y que no afectan su capacidad de gobernar
Este episodio se suma a un entorno político ya tenso para Petro, cuyo gobierno enfrenta dificultades para aprobar reformas y mantiene una baja popularidad, con un Congreso dividido y una oposición fuerte. La controversia con Leyva refleja las fracturas internas y la polarización que caracterizan la política en este momento, a poco más de un año de las elecciones presidenciales de 2026.