El 6 de marzo de 2025, la agencia de calificación crediticia Fitch Ratings anunció un cambio grande en su perspectiva sobre Colombia, pasando de estable a negativa, aunque mantuvo la calificación crediticia del país en BB+. Este ajuste refleja los problemas fiscales que enfrenta el país, la alta carga de intereses y su dependencia de los commodities. Por ello, entender que el gobierno reconoce la crisis fiscal ,  se empeora si se mantiene el ritmo de gastos e ingresos que está mostrando la economía, el Gobierno Nacional, comenzó a tomar medidas para tener un mejor panorama en el futuro, con ajuste presupuestal, reforma tributaria y otras medidas.

IMPLICACIONES

La calificadora de riesgo espera que el crecimiento económico se acelere en el año 2025, llegando a 2.7%, desde 1.7% observado en 2024. También, espera que la inflación continúe su tendencia a la baja, y que la tasa del Banco de la República cierre en un nivel de 6.5% a finales de 2026, es decir que la baje más, buscando crecimiento.

Diego Guevara, Ministro de Hacienda y Crédito Público dijo: “si bien el país enfrenta desafíos fiscales en este 2025, nuestro compromiso es mantener la sostenibilidad fiscal, el pago de nuestras obligaciones y muestra de esto es la reafirmación de la calificación en un nivel BB+”.

Las razones del cambio de perspectiva a negativa, Colombia enfrenta altos déficits fiscales, con un déficit del gobierno central estimado en 6.2% del PIB para 2025 y 5.8% para 2026. La incapacidad de implementar recortes de gasto compensatorios ha aumentado la incertidumbre fiscal. La alta carga de intereses sobre la deuda pública es un factor significativo que afecta la sostenibilidad fiscal del país. La economía colombiana sigue siendo altamente dependiente de los ingresos generados por las materias primas, como el petróleo, carbón y gas natural, lo que la hace vulnerable a fluctuaciones en los precios internacionales.

La perspectiva negativa puede aumentar la percepción de riesgo entre los inversores, complicando el acceso a créditos internacionales para el país.

Considerando la incertidumbre en los ingresos y un punto de partida “peor” de lo esperado en 2025, Fitch aumentó sus proyecciones de déficit del Gobierno al 6,2% del PIB en 2025 y al 5,8% en 2026 (desde previsiones previas del 5,1% y 4,7%, respectivamente). También ve riesgos fiscales a la baja en sus previsiones revisadas, debido al continuo bajo desempeño en ingresos y la renuencia del gobierno de Petro a sacrificar sus prioridades de gasto.

Fitch, asegura: “Como resultado, la deuda del gobierno general (GG) en relación con el PIB aumentó a un estimado del 58% desde el 53% en 2023. Fitch considera que los riesgos fiscales están sesgados a la baja, ya que el gobierno continuará teniendo dificultades para cumplir con sus objetivos fiscales, y la deuda seguirá aumentando en el período de previsión”

El gobierno actúa, a reducir gasto

El ministro de Hacienda Diego Guevara luego de conversaciones con el presidente Gustavo Petro, con su  equipo, se alista para realizar un nuevo aplazamiento del gasto para 2025, adicional a los $12 billones que se congelaron arrancando el año.

Es respuesta según minhacienda, a las dinámicas de recaudo tributario que se han observado comenzando el año y que hasta el momento no se están logrando los resultados en indicadores como el impuesto de renta y a que en este momento la economía sigue dando señales de debilidad.

El ministro dejó claro que esta decisión no quiere decir que el Gobierno vaya a desistir de su intención de presentar una reforma tributaria, puesto que consideran que el país necesita todos los recursos que sean necesarios para aliviar los apretones de caja que se viven hace varios meses. Y dio un parte de tranquilidad respecto a los compromisos que tiene el país, tanto en materia de deuda, como en vigencias futuras, señalando que los renglones de gasto que se ajustarían, partirían de los que ya se han venido revisando para no tocar las líneas rojas que trazó el presidente Petro

Un ajuste a la realidad fiscal del país

Aplazamiento de rubros, implica congelar partidas presupuestales, y al final del año se evalúa qué recursos pueden ejecutarse y cuáles se convierten en un recorte definitivo, recordando que en 2023, por ejemplo, se aplazaron $20 billones, y posteriormente una parte se recortó de manera estructural. el monto final del nuevo aplazamiento, agregó que se está realizando una revisión detallada de sectores y entidades con fondos duplicados o de menor ejecución, reiterando que el gasto social no se verá afectado, y que los ajustes se concentrarán en partidas como fondos ministeriales, entidades con estructuras similares y vigencias futuras.

También se analiza una reprogramación con los entes territoriales para reducir presiones en la caja fiscal; el ajuste fiscal es necesario para mantener la estabilidad económica y cumplir con los compromisos financieros y dejó claro que que no se puede cubrir todo el déficit sólo con mejor recaudo de la Dian, por lo que se estudian opciones adicionales, incluyendo alivios tributarios en el Congreso y nuevas estrategias de austeridad. También mencionó que la consolidación fiscal debe considerar el impacto sobre la inversión y el crecimiento.

Ana Lucia Arango M