La pobreza siempre ha sido un problema grande en Colombia y América Latina, factores como el sistema político, la corrupción, la visión cortoplacista, la debilidad institucional y las políticas ineficientes, actúan como barreras para su superación.

Lo que impide avanzar hacia una sociedad más equitativa es que el sistema político de muchos países de América Latina, se caracteriza por una concentración del poder político y económico, que limita el acceso a oportunidades para todos los ciudadanos. En Colombia, por ejemplo, existe un clientelismo en los procesos electorales, que influye negativamente en las decisiones políticas, lleva a una distribución desigual de recursos y oportunidades entre diferentes sectores sociales.

La corrupción existe en América Latina y constituye una amenaza tanto para Colombia, como para países de la región. La percepción generalizada es que los poderes económicos han logrado imponer sus intereses sobre las agendas ciudadanas. La corrupción no solo afecta a los sistemas judiciales y administrativos, sino que también distorsiona el mercado laboral al favorecer prácticas ilegales sobre el trabajo formal.

Transparencia por Colombia presentó los resultados del Índice de Percepción de la Corrupción 2024 en el cual Colombia obtuvo 39 puntos sobre 100 y ocupa el puesto 92 entre 180 países, descendiendo 5 puestos en el ranking global. El daño que genera la corrupción a la sociedad, a la garantía de los derechos fundamentales y a la confianza en la democracia, requiere una mayor demanda de un cambio real. En el camino al tercer año de Gobierno del presidente Gustavo Petro, los recientes escándalos de corrupción siguen afectando su promesa de cambio.

Muchas decisiones políticas se toman con un enfoque cortoplacista, priorizando beneficios inmediatos, sobre soluciones sostenibles a largo plazo. Este tipo de visión producto de la ley orgánica de planeación de 4 años, impide implementar reformas estructurales, necesarias para abordar problemas como la pobreza extrema o la desigualdad social. Las instituciones públicas, enfrentan serias debilidades tanto en su capacidad operativa como normativa. En algunos casos, existe un marco legal disperso o insuficiente para abordar problemas críticos como el financiamiento ilegal de campañas electorales o la falta de supervisión sobre donaciones privadas. Esta debilidad institucional facilita comportamientos corruptos al no existir controles adecuados ni rendición efectiva de cuentas.

Las políticas públicas diseñadas para combatir la pobreza suelen ser ineficaces, debido a su falta de integralidad o porque no están bien enfocadas hacia las causas del problema. Por ejemplo, programas destinados a mejorar condiciones educativas pueden verse obstaculizados por barreras estructurales, relacionadas con acceso limitado o calidad deficiente del servicio educativo ofrecido.

Chile Solidario ha sido un programa diseñado específicamente para familias en situación de pobreza extrema, brindando apoyo integral más allá del financiamiento directo, mediante trabajadores sociales que ayudan a cumplir condiciones del programa. Microcréditos en varios países, han sido utilizados para fomentar proyectos productivos, entre poblaciones vulnerables. Permiten acceso al capital sin necesidad de garantías formales tradicionales.

Para aplicar políticas exitosas en Colombia y América Latina, debe existir una incorporación cultural, para adaptarse a las dinámicas específicas. Hay resistencia al cambio, un fortalecimiento institucional para garantizar una implementación eficiente por parte del Estado. Participación Comunitaria con el fin de involucrar activamente a comunidades locales. Evaluaciones continúas realizadas periódicamente sobre la población objetivo.

Para superar barreras contra la pobreza en Colombia y América Latina, será necesario implementar reformas profundas, tanto dentro del sistema político, educativo e institucional, como promover cambios culturales hacia una mayor transparencia y responsabilidad pública. Reformular el sistema político fortaleciendo mecanismos democráticos inclusivos, dándole representación congresional a la provincia, a la localidad (comuna) grande. Combatir la corrupción es un problema de todos los niveles y hace parte de la idiosincrasia de estos países, implementando prácticas y leyes más estrictas contra costumbres corruptas, como la sanción menor de la policía o del transito, que son del diario vivir.. Fomentar ilusión y visión a largo plazo, promoviendo decisiones basadas en planes estratégicos sostenibles. Fortalecimiento Institucional, dando ejemplo de arriba abajo, mejorando capacidades operativas mediante regulaciones claras.

Mientras los sectores pobres y medios de estos países, que son más del 90% de sus poblaciones no tengan un mejoramiento masivo en la calidad educativa, y en la lucha contra la informalidad territorial urbana y la labora, seguiremos hinchando cinturones de miseria. Alcaldes , Gobernadores, y Presidentes, tienen la palabra   Solo mediante estos cambios estructurales podrán superarse  los retos relacionados con pobreza e inequidad social, tanto en Colombia, como en Latinoamérica.

Ana Lucia Arango M