“La ampliación de la Vía al Mar en Cali, decretada desde 2008, en doble calzada entre la Portada al Mar y el reten forestal km 9 , ha sido un tema recurrente debido a su importancia tanto social como jurídica. Esta vía no solo es crucial para conectar Cali con el puerto de Buenaventura, sino que también se ha convertido en un punto crítico por los accidentes frecuentes y la congestión vehicular.

La Vía al Mar es una arteria vital que une a Cali con el puerto más importante del país, Buenaventura. Al igual que otras grandes ciudades como Lima o Santiago, donde las autopistas facilitan el acceso al mar y al puerto, Cali ciudad entre caminos,  requiere una infraestructura similar para mejorar su competitividad económica y reducir los tiempos de transporte. Sin embargo, la falta de inversión en esta vía ha llevado a constantes trancones y accidentes.

Los recientes incidentes viales en esta ruta subrayan la urgencia por mejorar las condiciones viales.

El grave accidente ocurrido el 7 de febrero, donde murieron 2 jovenes y otro herido, ilustra cómo factores como la ausencia de la doble calzada,  la mala iluminación pueden contribuir a tragedias evitables. Además, la práctica común de realizar piques ilegales en este corredor aumenta significativamente el riesgo para todos los usuarios.

Desde un punto legal, la situación es compleja porque parte del financiamiento para estas obras fue obtenido mediante valorización urbana. Los ciudadanos han pagado anticipadamente por 9 megaobras que aún no se han materializado. Esto genera responsabilidad civil hacia el Distrito por no cumplir con sus obligaciones contractuales.

Además, dado que muchos accidentes podrían atribuirse a deficiencias infraestructurales (como mala iluminación), existen bases sólidas para demandas civiles contra el Distrito por negligencia o incumplimiento contractual, porque los dineros de los créditos, se utilizan para otras actividades, que no son obligación de hacer

Adicionalmente el trafico de los fines de semana general altísima congestiona y en la portada al mar, la ciudad está en mora de solucionar  la problemática de esta intersección  con un cruce a desnivel.

En conclusión, tanto desde un punto de ciudad, en lo técnico , lo social como lo jurídico es imperativo abordar seriamente la situación actual de la Vía al Mar. La falta de progreso en su ampliación compromete no solo aspectos económicos sino también derechos fundamentales relacionados con la vida, la seguridad vial e integridad física. Es necesario reevaluar prioridades presupuestarias locales y nacionales para garantizar inversiones efectivas que cumplan con compromisos anteriores mientras mejoran sustancialmente condiciones viales críticas como estas.

Editorial