A pesar que la Constitución Política, del 91, establece controles al desempeño de los servidores públicos y les asigna a los entes de control ejercer vigilancia, debo escribir con tristeza que los grandes descubrimientos y escándalos denunciados, se lo debemos a los medios de comunicación, por tal quedan en la mente muchas preguntas:

  1. ¿Por qué entidades como el Congreso de la República, las Asambleas Departamentales, los Concejos Municipales, no ejercen de manera efectiva ese control hasta el punto que ellos sean los que generen vigilancia efectiva, y temor al servidor público para ejercer su cargo con la prontitud, eficacia y honestidad debida? 
  1. ¿Por qué entidades como la Procuraduría, La Contraloría, la Fiscalía, las Personerías, no ejercen un liderazgo en la investigación en el buen uso de los bienes de todos?

Ante el escaso resultado de las anteriores entidades, el control político – judicial – por fuerza de las circunstancias ha quedado en manos de los medios de comunicación, y creo no exagerar que los pillos le temen mas al periodista que al servidor público perteneciente a una de las anteriores entidades de control.

Situación que me parece deplorable, mortificante, no es justo con el pueblo colombiano que se haya tenido que acostumbrar al escandalo diario de desfalco, y de omisión funciones por parte de alguna entidad estatal.

Considero es hora de revisar todo el sistema de controles y contrapesos de orden constitucional, administrativo, disciplinario y penal colombiano para así poder algún día afirmar: QUIEN LA HACE LA PAGA Y DURO porque ya existen el ánimo y los medios legales de control efectivo sancionatorio.

Es urgente educar a toda la población en la supervisión del trabajo de los funcionarios públicos, vigilar los bienes de todos, debiéndose establecer una catedra de control, vigilancia del tesoro público, desde la escuela primaria hasta la universidad. No podemos continuar de escandalo en escandalo donde leemos, oímos que en tal entidad se perdieron xxx cantidad de billones y al final todo quedo en un titular de prensa y el pésimo servidor publico negocia su detención, paga una irrisoria suma de dinero, pero sabe que al quedar libre en poco tiempo disfrutará del dinero robado, generando un pésimo ejemplo a la comunidad que por ello se aleja de todo lo relacionado con el Estado y sus funciones, por eso popularme se dice:

Se cayó de parriba, termina siendo o exonerado o se le nombra en un cargo diplomático”. (hoy existen muchos ejemplos penosos)

A los funcionarios poco les alerta, asusta la citación, la moción de censura y la audiencia pública, puesto que la “arreglan” con sus bancadas para que no acusen, o no acudan a las sesiones desbaratando el quorum donde se le señalara sus acciones, sus omisiones y delitos.

Pero lo de fondo e importante es :

  1. Elegir buenos congresistas, sin mermelada y un excelente Presidente de la republica
  2. Elegir buenos gobernadores y buenos diputados sin mermelada
  3. Elegir buenos alcaldes y buenos concejales sin mermelada

Mientras esta ilusión que escribo algún día se aterriza, sugiero que todos los colombianos rodeemos a los medios de comunicación en su labor de vigilancia y censura contra los abusadores del erario público.

Jorge Enrique González Rojas