LA CARTERA MOROSA DE LOS ASOCIADOS ES EL PRINCIPAL PROBLEMA QUE ENFRENTAN LAS ASOCIACIONES QUE ADMINISTRAN DESDE 1994 LAS SEIS PLAZAS DE MERCADO DE LA CIUDAD – CASO DE EL PORVENIR
DESDE 2021 CUANDO LA ASAMBLEA ORDINARIA ROMPIÓ UNA SECUENCIA DE ADMINISTRACIONES QUE MANTENÍAN UN PODER IMPENETRABLE, LA ASOCIADA YEISY ALEJANDRA DURÁN RODRÍGUEZ HA DEMOSTRADO CON CIFRAS Y OBRAS CÓMO SE PUEDE HACER SOSTENIBLE UNA PLAZA DE MERCADO EN MANOS DE PARTICULARES – ESTÁ EJERCIENDO SU SEGUNDÓ PERÍODO HASTA MARZO DE 2025 Y LA QUIEREN PARA UN TERCERO
El pasado miércoles 16 de octubre la oposición a la actual junta directiva intentó por tercera vez mediante una asamblea extraordinaria, removerlos para poner en su lugar a nueve personas sobre las cuales hay poca credibilidad entre los actuales 193 comerciantes asociados.
Mal orientados en lo jurídico, pero en el uso legítimo de su derecho estatutario de remover a sus dirigencias, la oposición inició la reunión con 57 asistentes sin aguardar la autorización de la junta directiva. Me refiero a la viabilidad que la junta debe conceder o negar después de revisar si la convocatoria llena los requisitos que señalan los Estatutos. Esa revisión es necesaria para garantizar que su realización tendrá validez ante la Cámara de Comercio; otra manera de decirlo es, para evitar la pérdida de tiempo y de recursos económicos de los comerciantes que hacen un esfuerzo para asistir a la convocatoria.
La primera equivocación cometida consistió en que de las 67 personas que firmaron la convocatoria, 30 aparecieron inhabilitadas por mantener vigente deuda económicas, motivo suficiente para que la asamblea se aplazara y así evitar que fuera rechazada por la Cámara de Comercio. Necesitaban un mínimo de 48 personas habilitadas. El segundo gran error consistió en iniciar la asamblea una hora después de su convocatoria con un quorum deliberatorio diciendo a la asistencia que era un quórum decisorio. Hecho que un funcionario de la Alcaldía presente hizo notar tardíamente, al final de la reunión. En el afán optimista y alegre de querer cambiar la junta directiva que les fastidia, avanzaron en el orden del día y, con menos de la gente que había respondido el llamado a lista, contaron voluntades con las manos alzadas para votar la conformación de los nuevos dignatarios. Craso error, pues para que hubiera un quórum decisorio, se necesitaban la mitad más uno de los 193 asociados; es decir, 98 personas que, además, debían estar habilitadas por el concepto previo de la junta directiva. Pero antes de la votación, el abogado contratado ad honorem se encargó de exponer los cargos contra la junta directiva, con pocos fundamentos jurídicos. La verdad es que se esperaba una retahíla de acusaciones que soportaran el motivo o motivos por los cuales se pretendía sancionar a toda la junta (¡). En raras oportunidades ocurre dentro de una entidad de particulares, aunque suele suceder en entidades como sindicatos, equipos de futbol de barrio, asociaciones de padres de familia, y así… Vale decir, cuando hay razones de orden político.
Además de estos errores de forma que finalmente se dieron a conocer en el concepto de NO VIABLE a la convocatoria de asamblea extraordinaria que expidió la Junta Directiva escuchando el criterio de sus dos abogados, se tipificó un error de fondo: no incluyeron en el orden del día un momento para hacer los cargos o acusaciones a la Junta acusada y mucho menos el momento siguiente para que la señalada pudiera hacer sus descargos, vulnerando así el debido proceso administrativo que se debía respetar como el más elemental derecho fundamental que concede la Constitución.
¿Y por qué pelean? ¡Pues por plata!
La presidenta de la actual Junta, la ya casi ingeniera de Sistemas de la USC, Yeisy Alejandra Durán Rodríguez, tercera generación en la plaza porque sus abuelos fueron fundadores y su madre María y su papá le dieron biberón mientras la hacían dormir dentro de una caja de tomates debajo del puesto de verduras, frutas y cebollas, ahora mayor y con algo de estudio y liderazgo innato, enderezó la administración, y los comerciantes comenzaron a notar que al fin, alguien de ellos mismos podía hacer mejor las cosas.
Me cuenta que lo primero que hizo fue “bancarizar la plaza”. Esa moda ya vieja de utilizar los servicios de un banco para ayudar a que no se confunda la contabilidad no se usaba. Entonces fue al BVA y abrió una cuenta: “todo dinero que entra se va derechito a la cuenta”, dice. Y Todo pago se hace con transferencias. Nada en efectivo. Para no entrar en mucho detalle, el gran motivo de la oposición es que fue necesario recuperar 121 puestos de trabajo que no estaban pagando la tarifa por su uso, pues se habían perdido en el desorden administrativo. Ahora eso se volvió el problema.
Explico: tomando como base un plano de la plaza El Porvenir de 2018 en el que aparecen dibujados 381 puestos de trabajo, en febrero de este año en la celebración de la Asamblea Ordinaria, los concesionarios aprobaron por enorme mayoría que se podían recuperar dichos puestos (sólo 260 pagan del total de 381) que estaban impactando negativamente el presupuesto, y a cambio sólo se les incrementaría el 5% a la tarifa por el uso de cada puesto.
Dicho y hecho. Por lo pronto aparecieron 93 puestos en poder de 43 asociados, que los están utilizando, pero no pagando. Ahora, ese cobro ordenado por la Asamblea de asociados permite la proyección de $13 millones mensuales (adicionales) necesarios para equilibrar el presupuesto y poder garantizar los excedentes que se deben aplicar en el sostenimiento material de la plaza, como quedó establecido se hizo desde 1994 cuando se firmaron con el municipio los primeros convenios de asociación. Debo aclarar que de los 43 asociados a los que se les descubrió los puestos ocultos, no más de quince están en desacuerdo. Les parece que es una “injusticia” y “un atropello de Yeisy y la junta”, los $150 mil que deben pagar adicionales por cada puesto que aprovecharon durante muchos años sin pagar. Y tienen como característica, ser los comerciantes más pudientes de la plaza.
Olvidaba escribir que de los nueve dignatarios que fueron elegidos y que ya tienen asignados los cargos desde presidente hasta vocales, cinco están inhabilitados por ser estar en mora por el no pago de sus obligaciones económicas, según reporte del revisor fiscal de la Asociación.
¿Cómo les parece ese pequeño defecto de la nueva junta de la Asopor, que sólo espera el visto bueno de la Cámara de Comercio para tomar las riendas administrativas de la plaza de El Porvenir?