Los cultivos ilícitos, son uno de los principales problemas ambientales, porque presionan los bosques, destruyen los ecosistemas, la biodiversidad y el capital social y humano. Se estima que por cada hectárea de coca sembrada, se destruyen 2 hectáreas de bosque, y por cada hectárea de amapola, se destruyen 2.5.

En Colombia desde hace varias décadas ha existido la producción de cultivos de uso ilícito como la marihuana, la amapola y la cocaína, esta última considerada como la más importante en términos de generación de recursos para las economías al margen de la ley.

La sustitución de cultivos ilícitos en Colombia ha sido tema de interés público en las últimas décadas. El país ha usado diferentes estrategias para erradicar las plantaciones existentes, la mayoría propiedad de familias campesinas de escasos recursos, y sustituirlas por otros proyectos agrícolas. Entre estas, destacan políticas públicas sobre dos cuestiones: la erradicación manual y el uso de agentes químicos como el glifosato y programas de desarrollo y acompañamiento para proyectos productivos.

La sustitución de cultivos ilícitos por productos agrícolas legales presenta varios beneficios económicos y sociales, especialmente en el contexto colombiano. Este proceso no solo busca erradicar la producción de sustancias como la coca, sino también fomentar el desarrollo sostenible y mejorar las condiciones de vida de los agricultores.

La transición a cultivos legales puede contribuir al fortalecimiento del tejido social y comunitario, ya que promueve la cooperación y el desarrollo de iniciativas locales.

Es prioritario para la Dirección de Sustitución unir esfuerzos entre entidades, con el objetivo de avanzar en la búsqueda de mercados a los productos de aquellas que sustituyeron, para que su actividad sea sostenible en el tiempo.

Se está trayendo desde Argelia, Cauca, una cantidad importante de tomate. El buen momento de este producto, se da gracias al trabajo y el apoyo del supermercado “la Montaña” y a la “Fundación Manos Unidas por el Campo Semillas por la Paz”.

Ana Lucia Arango M