La Selección Colombia no pudo terminar victoriosa su participación en la Copa América de Estados Unidos, luchó mucho, se entregó, tuvo momentos brillantes, ilusionó a todo un país, pero en el partido final contra Argentina no pudo superar al campeón del mundo

Colombia puso el alma, pero no definió cuando pudo. Argentina, sin Lionel Messi desde el comienzo del segundo tiempo, cambió de idea de juego, pasó del fútbol a la lucha y así se quedó con el título.
Después de toda la tensión que hubo en las horas previas al juego, los tumultos, los incidentes, la gente empujando para meterse a la brava a las graderías, el partido resultó siendo más tranquilo de lo previsto, al menos en la primera etapa. Pero hubo que atravesar todo tipo de sensaciones.
La zurda mágica de James Rodríguez comenzó a manejar el partido y, a los 7 minutos, ya hizo parar de las sillas a los de amarillo en el Hard Rock Stadium: lanzó un pelotazo buscando a Santiago Arias, que la bajó al corazón del área. Jhon Córdoba tuvo tiempo para girar, pero no para darle la mejor dirección a la pelota.
Luego, otra vez James, en un cobro de tiro de esquina, encontró la cabeza de Dávinson Sánchez, quien, en vez de rematar al arco, mandó el balón al centro buscando un segundo compañero. Y ahí estaba Carlos Cuesta, que le dio destino de arco, pero sin fuerza.
Después de 20 minutos, el juego cayó en un limbo. Colombia tenía el partido más que controlado, con una pareja de recuperación inmensa, con Jéfferson Lerma y Ríchard Ríos más que entregados a parar todo lo que pasara a su alrededor, a tal punto de que Camilo Vargas solo tuvo que trabajar una vez, en un remate de Lionel Messi.
Hubo que esperar casi hasta el final del primer tiempo para encontrar una nueva acción de peligro. Y llegó a los 41, en un remate de Richard Ríos que rozó en los guantes de Dibu Martínez.
Si algunos extrañaban a Muñoz y sus salidas, Santi Arias lo hizo más que bien en el primer tiempo y estuvo cerca de marcar arrancando el segundo, cuando, de nuevo, James lanzó un balón a las 18. Córdoba solo pudo bajarla al otro lado y el lateral le pegó mordido.
Pero ahora Argentina sí se veía un poco más peligroso y, ahora sí, Vargas tuvo que ponerse la capa para vestirse de héroe, en un achique magistral para salir de su zona de seguridad y evitar el gol de Alexis Mac Allister.
Colombia, cada vez que pudo, mostró que por arriba podía hacer daño. Y en otro tiro de esquina que levantó el ‘10’, de nuevo hubo doble cabezazo, aunque con el mismo resultado: Córdoba al centro y Dávinson, sin poderle dar destino de gol.
Argentina, de inmediato, intentó devolver el golpe, y lo hizo con un remate de Ángel di María, en el último partido con la Selección, que obligó de nuevo a Vargas a volar para mantener el 0-0.
En el alargue, ya sin James en la cancha y con Juanfer Quintero en su lugar, fue Argentina el que quiso resolver de entrada, con un remate de Nico González en el que Camilo Vargas puso cartas para ser la figura del partido. Y en esas estaba el juego cuando Scaloni cambió su ataque, con la entrada de Leandro Paredes, Giovani lo Celso y Lautaro Martínez.
Y hubo una sensación más, la esperanza. Porque en los últimos minutos del suplementario, Colombia comenzó a tomar la pelota. Quintero empezó a jugar y con él, Colombia comenzó a acercarse. Ya no había piernas en muchos casos, pero corazón no faltó.
Lorenzo les dio los últimos 15 minutos a Miguel Borja, Jorge Carrascal y Mateus Uribe, en lugar de Díaz, Jhon Ariasy Lerma. Pero en un descuido, en un balón que perdió Castaño, Argentina tomó mal parado a Colombia y Lo Celso habilitó a Lautaro Martínez, que venció a Vargas y, a los 112, se convirtió en el goleador de la Copa América, con cinco anotaciones.
Los últimos minutos fueron de impotencia, de una segunda revisión del VAR por una posible falta a Borja y, al final, una celebración ajena. Colombia dejó el alma. No alcanzó.
Redacción