Cursa en la comisión de presupuesto del concejo distrital un proyecto de acuerdo presentado por el alcalde Eder, conteniendo el plan de reperfilamiento de la deuda y autorizándolo “para celebrar operaciones de manejo de la deuda pública, asimiladas, conexas” con el fin de mejorar la situación financiera del distrito.

Con dicho plan se aspira a liberar por lo menos 400 mil millones de pesos para destinarlos a la inversión en una serie de obras fundamentalmente urbanísticas y para atender el gasto social cada vez más creciente en la ciudad en donde aumentan las necesidades del pueblo caleño empobrecido y sin mayores oportunidades de trabajo, con un incremento de la informalidad que se ha tomado el espacio público del centro de la ciudad.

Con esta propuesta se busca palear los problemas de la deuda pública acumulada durante varias administraciones, producto del endeudamiento y del despilfarro de los recursos públicos mientras aumentan los problemas que hoy padecen los caleños en sus barrios y veredas de los corregimientos que integran la geografía de la ciudad.

Ahora bien, en cuanto al monto de la deuda que en la actualidad asciende a 1.05 billones de pesos con corte al 15 de mayo de 2024, la cual tendrá que pagarse durante el cuatrenio del alcalde Eder, se propone ampliar el plazo de pago que inicialmente estaba proyectado hasta el 2027 y mediante la propuesta del alcalde Eder se extendería hasta el 2030.

Retomando las cifras que aparecen en el proyecto de acuerdo 006, se deduce claramente, que si bien es cierto se disminuye el valor de las cuotas anuales de amortización al capital e intereses, también se aumenta considerablemente el total de la deuda a pagar, comprometiendo de esta manera a futuras administraciones y a la ciudad que se verá por mayor tiempo obligada a pagar los saldos correspondientes al capital e intereses, que eventualmente podrán elevarse conforme a las reglas del mercado financiero.

El hecho de que en el  pasado se haya manejado este tipo de operaciones, esto no significa en modo alguno, que para satisfacer el apetito de los banqueros, el camino a seguir sea el de comprometer con vigencias futuras las finanzas del distrito, a fin de cumplir los compromisos con urbanizadores y contratistas que se benefician con las políticas en materia de construcción de obras de infraestructura que se le ocurren al mandatario de turno y que en el mejor de los casos no consultan los intereses y necesidades de la comunidad caleña, como sucedió con el denominado plan de las 21 mega obras que finalmente no se terminó pero que sí se le cobró a los contribuyentes en su totalidad por el sistema de valorización.

Ha llegado el momento en que los caleños se pronuncien sobre este asunto de especial trascendencia, en tanto que el déficit y el pago de la deuda, más temprano que tarde se trasladará a los contribuyentes vía impuestos, tasas y contribuciones, como sucederá con el incremento del impuesto predial para el próximo año como consecuencia del aumento de los avalúos catastrales con base en la actualización catastral, lo cual viene determinado por el mayor valor estimado del Mt2 de las propiedades existentes en la parte urbana y rural de municipio.

No sobra agregar que en el proyecto de acuerdo se solicita además autorización para ajustar los contratos con los que se viene cubriendo las deudas con los contratistas y prestadores de servicios, derivados de diversas fuentes de la deuda pública.

 Del Concejo distrital depende la aprobación de este proyecto de acuerdo que implica de un lado, endeudar más las finanzas del distrito con graves consecuencias para el futuro de la ciudad y de sus habitantes y del otro, agudizando la situación financiera y fiscal del municipio, para lo cual el eufemismo de la “reperfilación de la deuda” constituye una forma sutil de maquillarla, la cual ahogará con cargas impositivas a los contribuyentes caleños

Luz Betty Jiménez De Borrero / Pablo A. Borrero V.

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