En las condiciones del mundo actual, los procesos de urbanización tienen un carácter universal los cuales influyen parcial o totalmente en las relaciones de los seres humanos y con la naturaleza.
Este fenómeno se presenta con mayor intensidad en la medida en que aumenta la migración de las zonas rurales a las ciudades y se intensifica con ello la actividad productiva y no productiva que estimulan un mayor crecimiento poblacional y territorial conjuntamente con el incremento de las necesidades de la comunidad que demanda mas educación, salud, vivienda, transporte, sostenibilidad alimentaria y mejoramiento de las condiciones ambientales.
Como consecuencia de estas realidades, las ciudades se vuelven más complejas de manejar desde el punto de vista económico, político, social, cultural, lo que conduce a priorizar el desarrollo urbanístico acorde con el interés general y no como sucede hasta ahora, en donde se privilegia el interés particular de urbanizadores, propietarios y contratistas.
Por otra parte, es necesario advertir que el carácter, naturaleza y resultados del proceso de urbanización se encuentran estrechamente ligados con las condiciones socio-económicas y políticas de la sociedad, en tanto que dichos procesos urbanísticos que se desarrollan en los países capitalistas, transcurren en términos generales de manera espontánea, profundizándose con ello aún más las contradicciones y conflictos sociales entre las clases y grupos humanos y el Estado.
En este sentido la ciudad de Cali no es ajena a esta situación, como sucede por ejemplo, con el Plan de Renovación Urbana que se adelanta en el centro ampliado de la ciudad con el desplazamiento de los habitantes del sector para sustituirlo por un conglomerado habitacional, comercial y de servicios con el aval de la administración distrital.
El proceso de urbanización que se vive en la ciudad ha estado dirigido básicamente por las empresas constructoras que muy poco les interesa que la ciudad crezca más allá de sus límites territoriales y poblacionales como de sus posibilidades reales para satisfacer las necesidades básicas fundamentales de la comunidad.
Aunque con el crecimiento de la ciudad de Cali se han creado más posibilidades para el desarrollo económico y social , también se han producido una serie de fenómenos negativos que influyen en la organización del territorio, tales como sucede con la contaminación del suelo, del aire, las fuentes hídricas que nutren las aguas de los acueductos, el paisaje que constituye un derecho colectivo, además de los problemas creados con el transporte mal planificado desde sus inicios y de los servicios públicos, etc., los cuales influyen en la organización del territorio con graves consecuencias para el desarrollo urbano de la ciudad, en tanto que con los actuales planes urbanísticos no es posible dirigir y orientar su crecimiento de manera ordenada y conforme los principios y fines rectores en los que se sustenta el Estado Social de Derecho.
En la ciudad de Cali no existe la posibilidad real y concreta de regular su crecimiento COMO TAMPOCO RESOLVER los graves problemas que afronta la ciudad desde el punto de vista urbanístico, social y económico, más allá de lo que propone el alcalde Eder con los proyectos contenidos en su Plan de Desarrollo en los cuales han fijado su mirada los grupos de interés, con el beneplácito de las autoridades del distrito de Cali.