En general cuando nos percatamos de ciertos hechos y acontecimientos de la vida social, casi siempre reducimos su análisis a diferentes aspectos externos y casuales sin profundizar en su contenido esencial, el cual permanece oculto a nuestras percepciones o es concebido de una manera deformada como consecuencia de la influencia de diversos factores que tan solo ofrecen una visión aparente e ilusoria de la realidad, cuando no tergiversada de la misma, a la cual nos atenemos sin entrar en mayores consideraciones al respecto.

Varios son los ejemplos que podemos citar para refrendar lo anteriormente expuesto, sin descartar el hecho de que la problemática que padece la comunidad caleña resulta ser más compleja de lo esperado y difícil de entender, si no tenemos en cuenta que el devenir histórico y social no depende de la buena voluntad ni de los deseos del gobernante de turno, que por lo regular pasa por alto las condiciones reales concretas y objetivas que hacen parte de la existencia y desarrollo de la sociedad y que en fin de cuentas determinan la conciencia social e individual de las personas generando una visión que en algunos casos resulta incompleta e insuficiente para entender los problemas económicos, políticos, sociales, ambientales y culturales.

Para algunos ideólogos y dirigentes políticos el desarrollo de la sociedad depende de una serie de factores de diferente carácter, cuya influencia y determinación obedecen al valor que se les de a cada uno de estos en concordancia con los cambios que se operan en la vida social.

A esta visión se suman otras que son utilizadas con fines ideológicos y políticos para influir en la conciencia de la gente en torno a un determinado orden social que conviene a ciertas clases y grupos sociales que gobiernan en este caso a la ciudad desde tiempo atrás.

Ahora bien, el hecho de que los gobiernos se propongan unos determinados objetivos y metas a seguir, en muchos casos heredadas de gobiernos anteriores, no significa en modo alguno que sus decisiones están ajustadas a la realidad y a los intereses y necesidades de la comunidad caleña.

Así las cosas, las fuerzas que determinan en general el acontecer histórico de la ciudad no hay que buscarlas simplemente en la actividad consciente del gobernante ni en las visiones subjetivas y unilaterales que se crean en el ámbito social, sino en las condiciones económico materiales en que viven los caleños y que en fin de cuentas constituyen la parte fundamental de toda la evolución histórica de la ciudad y de sus habitantes considerado como un sistema integral autogobernado y abierto a toda clase de cambios y transformaciones de sus estructuras económica, material, política, social, cultural, espiritual y ambiental, a todo lo cual queremos invitar al alcalde Eder a tener en cuenta con el fin de romper las viejas y desuetas relaciones construidas con base en la demagogia, el oportunismo electoral y el populismo en ciernes en todo el país.

ADENDA: Desde la Veeduría que representamos, hacemos un llamado todas las mujeres de nuestra ciudad y del país a unirse, organizarse y a realizar todas las acciones posibles en defensa de sus derechos y libertades con el fin de romper las viejas y desuetas relaciones patriarcales de sometimiento y de maltrato físico y moral, a las cuales han estado sometidas a pesar de los avances y esfuerzos de las organizaciones sociales por la liberación total de las mujeres que luchan por la erradicación de un sistema social en franca decadencia que debe desaparecer de nuestra historia para siempre.

Dicha lucha debe concertarse con los hombres que condenan igualmente el sometimiento de la mujer de nuestro tiempo y que consideramos conjuntamente con las mujeres de ser adalides de la paz, la democracia y el progreso material y espiritual de la sociedad.

Luz Betty Jiménez De Borrero / Pablo A. Borrero V.

Veeduría Ciudadana por La Democracia y La Convivencia Social

El Control Ciudadano Sobre la Gestión Pública es Condición Indispensable para el Ejercicio de la Democracia y la Convivencia Social