El cierre del desempleo en el año en Colombia, por supuesto conocido hasta noviembre 30 del 2023, preocupa porque hay 23.2 millones de colombianos que tienen empleo, 2.3 millones están en edad de trabajar, buscan y hacen parte de la población económicamente activa.
Lo hemos informado ampliamente en Caliescribe, casi bimensualmente, con las cifras del DANE 2024, que la gran preocupación en la economía colombiana es el volumen tan alto de trabajadores por cuenta propia que llega al 42%, más de 9.7 millones de personas, y el 43.2%, 10 millones de los empleados, labora para una empresa o tiene un empleador directo. En otras palabras, la mitad de los colombianos son informales y la mitad son formales, referidos a la población económicamente activa PEA.
Entendamos que nuestra economía es tercermundista, somos débiles y por ello cualquier decisión mal tomada, afecta la economía formal y de contera incentiva el subempleo (lo informal).
De nuevo, con el informe del DANE-2023, trimestre agosto-octubre, la ocupación informal en el país es del 55.7%, lo cual es muy alto, lo peor es que es población vulnerable, de menores ingresos.
Por ello el Presidente de la República tiene que medir muy bien la reforma laboral, que no afecte la economía productiva, que no vaya a ser regresiva, porque si afecta lo formal, de carambola lo informal crece.
El crecimiento en Colombia no es un juego y es mucho cuento que no hayamos materializado la recesión, si la desaceleración económica como lo hemos dicho en estas páginas.
Nuestro crecimiento es bajo y esto afecta por supuesto la dinámica laboral formal del mercado.
Ojalá el desempleo en este primer trimestre del año no supere el 10%, que nos haga dinamizar el subempleo (lo informal).
Un llamado respetuoso al Presidente de la República, para hacer unas mesas de trabajo urgente para la construcción, para la industria, para el comercio, que están afectados en este momento y generan mucho empleo formal, pues la caída de la inversión en el mes de octubre del 2020 del 11% es una mala señal.