Los problemas básicos de Cali son: su inseguridad, la falta de trabajo, el caos urbano, la improvisación, y el irrespeto a los otros; lo que se debe a la falta de decisión política; carencia de conocimientos varios sobre las ciudades, en tanto artefactos habitables; recursos económicos; educación; y control. Y esto debido a una corrupción generalizada en prácticamente todos los aspectos de la ciudad y sus habitantes.
La inseguridad se debe a la falta de un trabajo estable y bien remunerado para muchos habitantes de la ciudad, los que vuelven sus robos, atracos y narcotráfico un “trabajo” para su subsistencia, el que enriquece a algunos, los que pasan a generar más inseguridad. Y, por otro lado, por la insuficiencia de la Policía, la que no cuenta con suficientes efectivos, o que han cedido a la corrupción.
El caos urbano, arquitectónico y paisajístico, se debe a su deficiente y demorada planeación a largo plazo, como a las equivocaciones frecuentes en la de mediano plazo, y a la ausencia de acupunturas urbanas en la de corto plazo. Caos en la ciudad que, en consecuencia, ante la carencia de sus habitantes de la educación propia de los urbanitas, origina el irrespeto por los otros en los espacios urbanos públicos.
La improvisación en el urbanismo, el paisajismo y la arquitectura en Cali, es debida al generalizado desconocimiento de estos temas, y como se manifiestan en una ciudad tan reciente y en muy rápido crecimiento. Y, por otro lado, está la falta de un efectivo control sobre el crecimiento de la misma, y sus inevitables cambios y mejoras, por parte de una verdadera oficina de Planeación Municipal.
Esta muy preocupante falta de control, tanto de la ciudad como de sus habitantes, se debe a la carencia de suficientes recursos económicos destinados a la Policía y a la inexistencia de guardias urbanos, por parte de las Autoridades Municipales, a lo que se suma la corrupción. La que, por supuesto, incluye la de los que conviven con ella, sin darse cuenta, o para los que solo es una costumbre más.
La corrupción viene del pasado, pero en las ciudades aumenta como consecuencia de que disminuye su control social y aumenta su papel en la economía a todos los niveles de esta; o sea el deterioro de los valores, usos y costumbres que, en las organizaciones, especialmente en la publicas, lleva a una práctica consistente en la utilización indebida o ilícita de las funciones de aquellas en provecho de sus gestores.
En conclusión, el problema de los problemas de Cali, es que su origen es cultural, o sea consecuencia del conjunto de modos de vida, usos y costumbres, conocimientos y desarrollo artístico, humanístico, científico e industrial; que permitan a las personas desarrollar, o no, un juicio crítico. Entonces lo procedente es analizar pormenorizadamente dichos problemas de Cali para poder valorarlos según los criterios propios de la materia de que se trate, y su relación con los otros.
Arquitecto de la Universidad de los Andes con maestría en historia de la Universidad del Valle y especializaciones en la San Buenaventura. Ha sido docente en los Andes y en su Taller Internacional de Cartagena; en Cali en Univalle, la San Buenaventura y la Javeriana, en Armenia en La Gran Colombia, en el ISAD en Chihuahua, y continua siéndolo en la Escuela de arquitectura y diseño, Isthmus, en Panamá. Miembro de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, la Sociedad de Mejoras Públicas de Cali y la Fundación Salmona. Escribe en El País desde 1998, y en Caliescribe.com desde 2011.