Santiago de Cali, el 25 de Julio del año 2036, cumplirá 500 años de fundada por el Adelantado y Mariscal don Sebastián de Belalcázar y para ello, desde ahora debe tener una visión de futuro, la cual puede ser “Cali Biodiversa”.
Esta visión es coherente y da continuidad a lo promovido en la COP 16 realizada en octubre de 2024 en Cali, en la cual se evidenció la gran riqueza hídrica y de flora y fauna que tiene nuestra ciudad, pese a los grandes esfuerzos que hemos hecho por destruirla.
Prepararse significa conservar y mejorar al máximo su diversidad ecológica, no solo para el bienestar de sus habitantes, sino para contribuir a algo que es urgente para la humanidad como reducir el calentamiento global, que, de no hacerlo, todos los humanos pondremos en grave peligro nuestra permanencia en esta pelota que gira sobre sí misma y alrededor del Sol.
Los efectos del calentamiento global los estamos sintiendo en el comportamiento del clima con el aumento y mayor intensidad de las lluvias, las sequias, las tormentas tropicales que tantos daños causan y el derretimiento de los casquetes polares, que, de continuar, muchas de las grandes ciudades costeras tendrán que ser evacuadas. Ello ¿a qué costo humano y económico?
Pero volviendo a Santiago de Cali, todos sus habitantes debemos tener en mente la visión de “Cali Biodiversa” y dirigir nuestras acciones hacia ese objetivo, cambiando nuestros malos hábitos para contribuir a cuidar su biodiversidad, no solo conservando su arborización sino incrementándola antes que destruyéndola por motivos sin importancia como: el árbol se puede caer sobre la casa, los ladrones se pueden subir al árbol para entrar a robar, tapan la vista, las hojas afectan los techos. Igualmente se debe controlar el diseño de los barrios o de los edificios, que han convertido los antejardines en parqueaderos de vehículos o en ventorrillos de comistrajos; incrementando el desorden urbano y afectando la estética de la ciudad en beneficio de algunos constructores o comerciantes.
Tenemos siete ríos a los cuales no solo le hemos dado la espalda, sino que los hemos contaminado y restringido a su mínima expresión, dos miradores sobre la ciudad como son los cerros de las Tres Cruces y de Cristo Rey, hitos que son orgullo de la ciudad en los cuales debemos conservar e incrementar su cobertura vegetal.
Para celebrar con mayor esplendor que sus 400 años, debemos duplicar la arborización urbana y adelantar las obras proyectadas para que la ciudad y su Rio Cali, cumplan el canto del poeta: ser un sueño atravesado por un río.