Aprovechando las festividades de navidad y año nuevo, realizo un alto en los temas cotidianos y escribo una nota evocadora de nuestra tradición cultural: decoramos la casa con árboles, pesebre, luces, nos reunimos en familia, cantamos villancicos alusivos al nacimiento de Jesús, combinándolo con la música salsa y tropical que tiene su máxima expresión con la celebración de la Feria de Cali, que se realiza desde el año 1958 y que motiva la llegada de familiares y visitantes.
Lo anterior va unido con la gastronomía, que es una fusión de orígenes precristianos, cristianos y laicos que hemos heredado. Esa mixtura queda descrita de manera maravillosa en el libro de Charles Dickens, Cuento de Navidad, publicado en 1843, que hace constancia de la importancia de la convivencia familiar y de la amistad.
Nosotros por estar ubicados en el hemisferio sur, la navidad coincide con el clima caluroso lo que nos permite estar al aire libre, gozando de la naturaleza, con ropa ligera, diferente a lo que se vive en el hemisferio norte, donde las familias se reúnen alrededor del fuego o la chimenea a contar historias.
Los alimentos, la música, en uno y otro hemisferio son diferentes, en el hemisferio norte: se prepara el pavo asado al horno, con pure de papas, salsa de arándanos, jamón ibérico, servido con pan y aceitunas, tarta de navidad, con frutas secas y nueces, cubierta de chocolate, panetones típicos de Italia rellenos de frutas secas y nueces.
En Colombia, degustamos tamales de masa de maíz rellenos de carne, verduras, buñuelos, lechón asado acompañado de arroz, frijoles y verduras, ajiaco, los infaltables postres de: brevas con arequipe, tres leches, hojaldres, el canelazo, refresco caliente con clavo y frutas, chicha, bebida alcohólica con maíz fermentado.
Y para animar estos días, escuchamos en las reuniones canciones: Jingle Bells, El Tamborilero, Pastores de Belén, La Pollera Colorá, triunfadora en la Feria del año 1961, o la canción Festival en Guararé, interpretada por los Corraleros de Majagual, Mi Cali Bella, de la Billos, Las Caleñas son como las flores, Cali Pachanguero, del Grupo Niche, La Cinta Verde interpretada por el loco Gustavo Quintero, las canciones de Guillermo Buitrago y muchas más que nos alegran la vida, generándonos nostalgia al recordar los hechos y las personas queridas que ya no están en este mundo.
Esa música se escucha desde hace años, no tiene letra de villancico, pero es la que nos anima a bailar en estas reuniones de fin de año, así el resto del año no la volvamos a aprovechar.
Para finalizar sugiero tengamos presente la canción NOCHE DE PAZ, escrita por Joseph Mohr y el compositor Franz Gruber para que la practiquemos todos los días del 2025:
“Noche de paz, noche de amor…
Jesús nace en un portal
Llene la tierra la paz del Señor
Llene las almas la gracia de Dios
Porque nació el redentor…”
En un país como Colombia, lleno de conflictos y envidias, esta letra debería ser nuestro norte en el año 2025, no olvidemos la transformación vivida del viejo egoísta, extorsionador, de Scrooge, a ser empático con todos, soñemos por un cambio ético en Colombia, de pronto la fantasía y moral cristiana que propone Dickens nos hace el milagro.