El debate de TV esta semana entre Kamala Harris, y Donald Trump, a 1 mes y 10 días de las elecciones presidenciales, dio para la gran mayoría de los analistas , un triunfo para la vicepresidente Harris, pero generó una mayor incertidumbre electoral porque las encuestas post-debate apretaron la intención de voto en los diferentes estados, donde el ex presidente Trump , no está descartado.
Para estos medios de comunicación de los Estados Unidos, el triunfo de Kamala estuvo concentrado en decirle unas verdades a Trump y este sentirse acorralado, pero al mismo tiempo todos evalúan que la estructura electoral del partido republicano es muy grande, que la pasión por Trump sigue funcionando y que también tiene una opción de repetir presidencia en los Estados Unidos.
Los debates álgidos se centraron en las leyes de inmigración y el aborto, con una estrategia de Trump de minimizar sus rivales agresivamente. Harris con muy buena experiencia profesional, argumentos y gran estratega en el debate público, no se dejó a acorralar. La vicepresidenta fue hábil en informar que todo el debate iba a ser a través de falsedades de Trump y esto le permitió contra atacar.
Los nervios afloran por la rivalidad entre los 2 partidos, crecida por la enemistad Trump – Biden ( Kamala ) y por ello, se proyecta un escenario electoral similar al que se vivió en el año 2000 en la Florida, que podría podría repetirse, hasta con reconteos manuales en la confrontación Bush hijo – Gore.
Hasta ahora no se ha definido una nueva fecha para un nuevo debate, y la campaña sigue creciendo en su expectativa electoral, creciendo los mitines semanales, a lo largo y ancho del país.