La actualización catastral que se adelanta en varias comunas de la ciudad significa en términos generales que para el próximo año del 2025 los caleños propietarios de sus predios tendrán que pagar un mayor impuesto predial. Circunstancia que afectará el presupuesto familiar de los sectores sociales que derivan su sustento de los ingresos del trabajo, agravada por la desaceleración de la economía que no parece reactivarse en el mediano plazo.
En tratándose de Cali la situación de los reavalúos catastrales es preocupante, en tanto el alcalde Eder aspira a contar con mayores recursos para financiar no solo la abultada deuda pública que mandatario alguno haya acumulado durante su mandato sino la construcción de obras contenidas en su plan de desarrollo.
Quizás el alcalde Eder está convencido que logrará obtener buena parte de los recursos con el recaudo del impuesto predial y de otros impuestos y de esa manera tener suficiente liquidez para atender no solo el pago de la deuda sino el sostenimiento del aparato administrativo, la contratación oficial y del gasto social.
El presupuesto del distrito para la vigencia del 2025 está financiado con los impuestos que pagarán los contribuyentes los cuales estarán muy por debajo de los compromisos económicos y sociales adquiridos por el burgomaestre en lo que podría calificarse como “las cuentas alegres” del alcalde Eder y del concejo que le aprobará dicho presupuesto.
Ya desde la administración se anuncia que la actualización catastral se hará teniendo en cuenta las nuevas formas de recoger la información que se cumple actualmente en las comunas 2, 3, 4, 8, 17, 19 y 22, que no se fundamenta en la visita que debe hacerse a cada predio no solo para determinar su ubicación actualizada sino las características reales de los inmuebles. La “nueva forma” consiste en invitar a los ciudadanos a un determinado lugar para que proporcionen la información sobre la ubicación y características de sus inmuebles.
Aunque la actualización catastral se realiza cada 5 años, (esto no significa que es para aumentar desproporcionadamente el valor del avaluo) lo cierto es que en Cali en comparación de las demás ciudades del país, se pagan las más altas tarifas del impuesto predial, y sin tener en cuenta las características de los inmuebles como son entre otros, la antigüedad del predio, el deterioro ambiental generado por el exceso de ruido, estrechez e insuficiencia de vías, pérdida del paisaje, etc., generados por la anarquía e improvisación urbanística.
Además, la vivienda familiar ocupada por sus propietarios debe tener una tasa más baja del impuesto predial en comparación con aquellos predios que simplemente constituyen una inversión que les generan rentas a los propietarios por concepto de su arrendamiento. Así mismo, la vivienda familiar es considerada por la Constitución Política de Colombia como un derecho fundamental de carácter económico y social.
Los caleños esperan que una vez concluya la labor de actualización catastral, el señor alcalde rinda un informe pormenorizado sobre dicho proceso, ya que se trata de un asunto de interés general que afecta directamente a los contribuyentes del impuesto predial el cual debe ajustarse no solo al acuerdo municipal sino además tener en cuenta los principios de equidad y justicia tributaria establecidas en la Constitución Política de Colombia.
ADENDA: Hay consenso ciudadano en cuanto a la protección de la inmensa riqueza que significa la Biodiversidad terrestre, acuática, oceánica para Cali y la región. La reflexión que se hacen los caleños es, ¿de qué manera la dirigencia política con el alcalde a la cabeza y el concejo Distrital “protegerán” ese patrimonio natural que pertenece a todos?
Preocupa a los caleños que se pretenda silenciarlos en cuanto al debate y los análisis que vienen realizando en torno a las verdaderos problemas atinentes a la biodiversidad, particularmente en la ciudad de Cali y en la región Pacífico con el argumento de que “hay que separar la política de la biodiversidad” limitando el análisis sobre las causas reales del deterioro del medio natural y de la biodiversidad local, además de que el alcalde debe informar sin eufemismos en qué consiste su propósito de que “con la COP16 tiene que ganar Colombia y tiene que ganar Cali”, detrás de la cual se ocultan los verdaderos propósitos de quienes están interesados en hacer negocios con nuestra biodiversidad