El alza del precio del Diesel, la cual prendió la mecha de inconformidad del sector del transporte, tan solo fue la punta del tempano. Un desaforado gobierno en afanosa búsqueda de recursos destinados, en parte a tapar el hueco fiscal que el mismo estado ha creado, encontró en el Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles (Fepc), una ventanilla cercana a $ 15 billones anuales, subiendo el precio del Diesel un 20%, liberando el subsidio que por años se había aforado.
 
El gobierno se vio acorralado por el temerario bloqueo de las entradas de las principales ciudades, aislando mercancías, combustibles y movilidad de pasajeros.

En esta ocasión sintió en la protesta y consecuentes bloqueos la fuerza que Petro había motivado e incentivado en el estallido social del 2021. Los transportadores, no solamente lograron frenar el aumento, llegando a un acuerdo equivalente al 40% de la pretensión gubernamental, o sea $ 800 pesos por galón, incremento progresivo de $ 400, a partir de la fecha y otros $ 400 el 1 de diciembre.  

No solamente se logró frenar el incremento, sino la instalación de mesas técnicas para estructurar el Sistema de Información de Costos Eficientes del Transporte Automotor de Carga, conocido como SICE TAC. En esta ocasión extendido a volquetas, cisternas de líquidos, carga liviana, camiones refrigerados, grúas, niñeras de vehículos, transporte de pasajeros y maquinaria amarilla. Positivamente los transportadores formalizaran el empleo de sus conductores y empleados revisando la política de reposición de todos los actores. 
Los camioneros colombianos han gozado de una privilegiada posición quasi-monopolística. Sin otras alternativas de transporte competitivos como el ferroviario y fluvial con tarifas superiores en costo Buenaventura-Bogotá, al trayecto China-Buenaventura, empleando una infraestructura vial de quinta generación y subsidio del combustible, han sido los más favorecidos. Situación que ha permitido la reposición de obsoletos equipos por modernos y eficientes tracto mulas.    
 
De esta nueva poderosa fuerza nacerá el gremio unificado de mayor importancia del país, superando a los tradicionales de otros sectores, a los cuales la plataforma de transporte vehicular presta su servicio. 
 
¿Quién será el Jimmy Hoffa colombiano? Aquel que en la década de los sesenta y setenta, respaldado por el gremio de camioneros, ostentaba el inusitado poder de arrodillar al mismo presidente norteamericano agrupando todas las modalidades de transporte, incluyendo ferroviario, marítimo, fluvial y aeroportuario.
 
El mayor reto del gobierno a futuro, apartado del cortoplacista de tapar el hueco fiscal, es visionar proyectos de envergadura en infraestructura de alternativas como la ferroviaria, fluvial, marítima y aeroportuaria.
 
Es un claro mensaje a los precandidatos presidenciales que aspiran suceder a Petro en el 2026. Los camioneros son la decisiva nueva fuerza política que ha germinado. 
Guillermo E. Ulloa Tenorio

Economista de la Universidad Jesuita College of the Holy Cross en Estados Unidos, diplomado en alta dirección empresarial INALDE y Universidad de la Sabana. Gerente General INVICALI, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE, Secretario General de la Alcaldía. Ha ocupado posiciones de alta gerencia en el sector privado financiero y comercial.