Los caleños siguen estupefactos con la posición del nuevo gobierno municipal, que a pesar de que denunció, durante un poco más de un año, la altísima corrupción del distrito de Cali, donde los ciudadanos perdieron la confianza en su ente territorial, no genera ninguna idea novedosa que resuelva la memoria colectiva de los caleños: Cali es corrupta, la plata se la roban. Por ello, presentamos públicamente al alcalde una propuesta relativa al financiamiento de la ciudad, para generar nuevos ingresos y hacer frente a los problemas de caja que no lo dejan dormir. Para esto, hay que sacar propuestas impopulares como la reperfilación de la deuda, el cobro radical de impuestos, el embargo por una contribución ilegal de valorización o el incremento del catastro distrital de Cali.
Ojo, alcalde, que la ciudad no aguanta más apretones dentro de la pésima imagen de sus administradores, usted debe dedicarse a optimizar sus gastos y sus costos.
4 propuestas:
- LA DISMINUCIÓN DE 10.000 CONTRATISTAS PS. No hay eficiencia, hay que conservar solamente 10.000, porque la mayoría cumple favores políticos, trabajan pocas horas al día, en ejércitos de contratistas, como supernumerarios, deambulando por la plazoleta del CAM, el Concejo y hasta la plaza Jairo Varela. El alcalde Ospina dejó 20.000 supernumerarios: un recorte de 10.000, originaría un recorte mensual aproximado de 40.000 millones de pesos, que en 12 meses es una cifra gigante para Cali, superior a 480.000 millones de pesos. Y esta medida sería complementaria al plan de los secretarios, de seguir con programas insulsos, corriéndole a la agenda y a los programas del Alcalde, en vez de dedicarse, junto a los subsecretarios, a cumplir sus funciones eficientemente y a tener jornadas propias del código laboral colombiano, que establece 42 horas a la semana.
- LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN Y EL AJUSTE PRESUPUESTAL, es la segunda propuesta, mediante un decreto, como lo hizo el Presidente Milei de Argentina en el tercer día, la generación de unas políticas de buenas prácticas al interior de la administración, para que no vuelvan a ocurrir hechos inconvenientes, como el de Andrés Felipe Stapper (ex alcalde encargado y ex secretario de gobierno). Además de un plan financiero propio, que dé ese ajuste fiscal de disminución de costos y gastos suntuarios.
Qué bueno que los viajes a Bogotá de los funcionarios sean sin viáticos, que los viajes nacionales sean sin viáticos, cuando no se pernocta en la ciudad respectiva. Esto, en cifras, no es tan importante, pero genera un buen ambiente ciudadano.
- Utilizar al máximo la magia de su gestión, de su apellido de probada TRANSPARENCIA y del nombre del ente territorial público, de tal manera que pueda lograr muchos convenios de cofinanciación, sin necesidad de colocar dineros públicos, que es la única mirada de los funcionarios públicos: hacer programas, pero facturando contra el municipio. Esta fuente permite generar mejores resultados, innovar y bajar costos.
- Entender que los ciudadanos tienen agotada su capacidad de pago tributario en la ciudad. El estallido social que nació en Cali no fue solamente un tema político, es un tema eminentemente económico-social: a la gente hay que darle facilidades para pagar sus impuestos. UN PAPAYAZO TRIBUTARIO, le permitiría a usted recaudar 100 mil millones de pesos frescos, que no los tiene en caja. Cuando la gente se endeuda para pagarle al municipio, con estímulos sin intereses corrientes y demora por los impuestos no pagos, que se van a deudas de difícil cobro para el municipio. El ejemplo que dio Bogotá, como ciudad líder de Colombia y, recientemente, Jamundí, que pasa precisamente por esta situación.
Señor alcalde, los ciudadanos de Cali le pedimos que mantenga los oídos abiertos, para que el diálogo de sordos que siempre se ha tenido con los gobernantes en Cali se modifique, y usted pueda escuchar las propuestas y hacer rectificaciones en bien de la ciudad, del ente territorial y de su gobierno.
