Ha iniciado el gobierno nacional del Presidente Gustavo Petro, todo un proceso poli5ico  para tener una nueva constituyente, totalmente ceñida al trámite dispuesto por el artículo 376 de la Constitución, que legitime unos cambios, previamente acordados entre las fuerzas políticas, económicas y sociales del país, donde se pueda construir un acuerdo nacional para tener una Asamblea Nacional Constituyente, cuya primera vuelta en el Congreso , debe darse este segundo semestre del año.

Para ello fue escogido el nuevo Ministro del Interior, Juan Fernando Cristo,  de tal manera que pueda adelantar los contactos políticos para asegurar las mayorías y poder convocar no solamente la constituyente, sino el temario de la misma, de tal manera que pueda generar el fin de la incertidumbre, y la desconfianza de la oposicion,  grandes empresarios del país, no pocos juristas, algunas fuerzas económicas y sociales.

Y lo anterior enmarcado en la fragilidad institucional que existe ahora, donde no hay una interlocución cercana con las altas cortes, con los gremios económicos, es una apuesta arriesgada , pero para ello se designa un ministro que fue mano derecha de Samper presidente, senador de carrera como su padre y ser uno de los hombres fuertes, de Santos I y II, para generar el acuerdo con las FARC.

Colombia con bicentenaria vida republicana  no va bien , en su desarrollo economico y social , solo es analizar precisamente los  indicadores sociales y económicos que evidencian la necesidad de una Reforma Constitucional que nos de estabilidad de largo plazo, donde nuestro pais no sabe como estará en 10, 20 o 50 años. Y el primer logro del gobierno, es un GRAN CONSENSO NACIONAL para evitar una ruptura institucional.

Constituyente sí, pero con condiciones

Colombia, hemos dicho, necesita una reforma política, que no la puede hacer el Congreso, porque el sistema político de nuestro pais, está aferrado al statu quo  es altamente corrupto y donde no ha podido tumbar el “régimen”, de que hablaba Álvaro Gómez, en especial de complicidades, como él mismo decia

Recordar que  la Asamblea Constituyente de 1990-1991, fue infiltrada por todos los grupos de presion ( politicos, economicos , guerrilla reinsertada y sociales ), sancocho nacional que  generó  33 años despues , el mismo pais, pero altamente desigual en lo economico y social; por ello bienvenido el debate para lograr las reformas del pais, que lo conduzcan minimo a un VERDADERO CRECIMIENTO ECONOMICO, PARA LOGRAR LA ANHELADA JUSTICIA SOCIAL No puede ser que sigamos  con ese PIB percapita tercermundista de US6.979 ( año 2023 – Banco Mundial  ), donde paises cercanos de patio suramericano, como Argentina tiene el doble US13.330 , Chile casi el triple US17.093 ó Urugusy US22264. Como vamos, nunca llegaremos alli, porque la pobreza y la miseria crece a mayores tasas que la economia, por la maldita vision corto plazo, englobada en la excesiva corrupcion.

Y Caliescribe participa del concepto de la necesidad de una Asamblea Nacional Constituyente que construya una verdadera reforma politica, nuestro sistema sirve,  debemos incorporar a la carta politica la planeacion de largo plazo , una reforma economica progresista, que pueda construir las grandes reformas sociales que el pais necesita y por supuesto, la justicia, que está tan postrada como la politica.

Recordar que con la CN, del 91 la democracia se fortaleció parcialmente y los espacios de participación ciudadana crecieron pero no lo suficiente, pues el régimen político no logró ser más pluralista e incluyente. Nace las circunscripción nacional para que las minorías tuvieran mayor participación, pero los partidos se multiplicaron en diferentes fracciones y todo fue peor. En consecuencia la innovación democrática no se dio, por la explosión de partidos pequeños que creció la política como negocio y no se mejoró la democratización del poder  político y llegó al extremo la división del sistema de partidos, calificado como el más personalista del mundo. Se han tenido unas reformas constitucionales, de la política, pero realizadas a la conveniencia de la misma, es decir de los congresistas, ninguna tiene verdaderamente un cambio, o búsqueda del interés general, o el  mejoramiento de la política colombiana; se autorizó la reelección presidencial,la forma de escoger congresistas, el cuociente, las cifras repartidoras, etc., se pasó de un bipartidismo a la existencia de múltiples partidos, igualemente excluyentes del ciudadano,  que mantuvo la influencia del narcotráfico, la corrupción, la guerrilla y los grupos paramilitares, que de nuevo  se infiltraron, con más fuerza en el sistema electoral y han logrado tener una importante participación en el Congreso de la República, como se observó con los paramilitares. La democracia participativa hizo parte de la Constitución, se generaron leyes, pero en la práctica los ministros, alcaldes y gobernadores desatienden a los ciudadanos y todas esas normas reglamentarias no han tenido un buen resultado. Allí está la abstención electoral que ronda el 50% del país, especialmente en Cali, donde el ciudadano observa que no es interpretado por el Presidente de la República, sus Ministros, el Congreso, ni por los Gobernadores, las Asambleas Departamentales, los Alcaldes y sus Concejos. Los referendos no han tenido un buen resultado, a pesar de que se ha logrado ser votados, el plebiscito como el de la paz, fue un engaño para los ciudadanos e allí el problema tan grande que se encuentra Colombia, que la mitad del país aprueba el proceso de Paz con las Farc y la otra mitad lo niega, precisamente por no validar ese proceso de participación ciudadana.

Es inaplazable la reforma al ordenamiento territorial que le quedó grande a los gobiernos 1991 – 2024, la provincia colombiana no está representada en el pais, ni las grandes localidades ó comunas, ni la Colombia profunda, y esto debe desarrollarse , como modelo democratico de participacion.

La reforma para tener la planeación de largo plazo, es lo más importante del país desde el punto de vista que Colombia no sabe, ni Bogotá, ni el Valle del Cauca, por señalar unos ejemplos, para donde van en 20 años y mucho menos en 50 años. No hay derecho que tengamos unos índices económicos tercermundistas, por el PIB de US360.000 millones, es pequeño frente al mundo desarrollado , pero la ineficiencia y corrupcion , no nos deja llegar a ser en via de desarrollo, somos tercermundistas  . Esto debe cambiar en una gran reforma constitucional, con  una visión de corto plazo 5 años, de mediano plazo 10 años y de largo plazo 20 años, pero seguimos en lo mismo, los empresarios cómodos generando una riqueza, pero eso no es suficiente para el país. Por supuesto que aplaudimos el esfuerzo empresarial y del sector privado colombiano, se necesita mayor impulso, una economía más amplia y donde el estado sea menor, uno de los temas importantes en la Constitución del 91, que fue laxo para crecer el Estado y allí tenemos una ciudad de Cali que es inviable fiscalmente y una República de Colombia que también es inviable fiscalmente. ¿Qué quiere decir eso? Que no somos capaces de resolver nuestros problemas sociales con el presupuesto de la nación.

La reforma a la justicia, abortada en el gobierno Santos, ya lista para prácticamente la adopción, donde le tocó venirse desde el Brasil en el 2014 a superar ese problema, y allí sigue el Consejo Superior de las judicatura y un modelo igual que lo político, totalmente permeado por la corrupción, por la ineficiencia, por la desorganización, como son los juzgados, los tribunales y las altas cortes. Esto es inaplazable, como también lo decía Álvaro Gómez en 1991, pero que se contentó solamente con la creación de la Fiscalía, muñeco que salió peor el remedio que la enfermedad.

Y de esta manera se puede enderezar una apertura politica, económica y social grande , por eso la Reforma Constitucional que expone el Presidente, por años hemos sostenido ese apoyo a estos cambios legislativos que acabamos de enumerar.

Bienvenido el debate y estamos seguros que primará la sindéresis, que se acabe la radicalidad de la extrema derecha con la extrema izquierda, donde el gobierno le baje a la intemperancia, y podamos construir una nueva carta política, unidos entre todos los colombianos. Y con la oferta del presidente y su mininterior, para no aceptar la reeleccion presidencial, le da fuerza institucional y mora, para que sea bienvenida la Constituyente, con unas condiciones claras para que los grandes orientadores del país se pongan de acuerdo.

Editorial