Primero fue la construcción de viviendas o adecuación de cuevas y el diseño de herramientas y armas; luego la arquitectura de las tumbas; después las viviendas se juntaron para defenderlas originando ciudades, y se diseñaron nuevas armas; ya juntas, las viviendas comenzaron a depender del urbanismo de cada ciudad y los objetos diseñados se multiplicaron. La construcción de viviendas, ciudades y objetos dependía de los materiales disponibles en cada sitio o que se pudieran traer de otra parte, de la mano de obra existente allí o que pudiera venir, y de los recursos con los que se contaba para cada caso.
Pero mucho después la arquitectura moderna del siglo XX pretendió recuperar el campo con el paisajismo de sus grandes zonas verdes, separando en ellas los edificios pero haciéndolos más altos para liberar el suelo a su alrededor, ya posibles por el rápido desarrollo de la construcción, pero luego al verlos solo como mercancías se los volvió a juntar en las ciudades. Y ahora quieren diferenciar las edificaciones de sus vecinos inmediatos, ya sea edificios o casas, “diseñando” sus fachadas, lo que no pasa de alterarlas negativamente en lugar de valorizar el patrimonio cultural y económico que constituyen.
Son cinco los aspectos de las ciudades a considerar de nuevo en su futura planificación física, la que depende de la económica y de sus propósitos sociales; pero ahora en otro orden: Urbanismo, Paisajismo; Arquitectura, Diseño y Construcción, y todos interrelacionados de diversas maneras. El urbanismo incluye el paisajismo y la arquitectura; esta depende del urbanismo e indica el diseño pertinente; este depende entonces del urbanismo y la arquitectura; y esta de la construcción, el paisajismo y el urbanismo simultáneamente; y todos los cinco temas según los recursos y los propósitos.
Temas todos estos entendidos como cada uno de los asuntos que debe considerar una planificación urbana; y esta como un Plan General, metódicamente organizado, de gran amplitud y a largo plazo, para obtener el desarrollo armónico de una ciudad; es decir, la proporción y correspondencia de unos temas con los otros en el conjunto que componen: los barrios de un sector que conforma una ciudad dentro de la ciudad, de origen espontáneo o no, y todas estas una ciudad; y, si es muy grande, dentro de su área metropolitana, la que a veces incluirá otras ciudades pequeñas fuera de la ciudad.
Cinco temas de los que todos los habitantes de una ciudad cualquiera se deben enterar, así sea con un conocimiento básico, para que en lugar de ser apenas sus habitantes pasen a ser activos ciudadanos de la suya, y en una verdadera democracia, ya que incluyen todos los aspectos de su ordenamiento físico, lo que los afecta a todos, como lo es su urbanismo, paisajismo; arquitectura, diseño y construcción, oficios de los que en la antigüedad, y antes en los pueblos y pequeñas ciudades, se solían conocer al menos unos de ellos. Es de lo que es perentorio que se enteren los actuales habitantes del Centro Ampliado de Cali, y principalmente los de sus barrios patrimoniales.
Arquitecto de la Universidad de los Andes con maestría en historia de la Universidad del Valle y especializaciones en la San Buenaventura. Ha sido docente en los Andes y en su Taller Internacional de Cartagena; en Cali en Univalle, la San Buenaventura y la Javeriana, en Armenia en La Gran Colombia, en el ISAD en Chihuahua, y continua siéndolo en la Escuela de arquitectura y diseño, Isthmus, en Panamá. Miembro de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, la Sociedad de Mejoras Públicas de Cali y la Fundación Salmona. Escribe en El País desde 1998, y en Caliescribe.com desde 2011.