Las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideran debe existir una relación ideal de 16 metros2 por habitante. Cali está lejos. Recientes estadísticas establecen que la ciudad no supera 3 metros2 por habitante, incluida la concentración de zonas verdes en las planificadas comunas del sur. 

Quizás el mayor reto de la administración Eder, a través del DAGMA, es precisamente convertir la ciudad en referente de ciudad verde colombiana. Cali y sus corregimientos, no solamente cuenta, con el más importante recurso, su benévolo clima, sino también por la diversidad, florescencia y frondosidad de flora. Elemento que por lógica de la naturaleza es el mayor atractivo de poblar con la belleza de la fauna, especialmente las más de quinientas especies de aves que abrazan con su vuelo la ciudad; reconociendo la importancia del parque natural de los Farallones de Cali, más de 200.000 ha , que deben ser integradas territorialmente a la ciudad, como  área protegida, donde nacen más de 30 rios  y 84 quebradas, entre las 2 cuencas , con monumental potencial ambiental y turístico.   

Organizaciones cívicas, académicas, fundacionales, empresariales y altruismo de algunos han unido esfuerzo en el pasado para embellecer, cuidar zonas verdes, separadores viales y reforestación de cuencas hidrográficas.  

La Fundación Zoológico de Cali, a través del Jardín Botánico, se ha comprometido en la tarea de reforestar la cuenca media del rio Cali, en predio adyacente al Jardín en área superior a 100 hectáreas. La Fundación Club Campestre de Cali, juntamente con CELSIA y CVC, han sembrado más de 200 mil árboles en la cuenca alta del Rio Meléndez, lo cual diez años de haberse iniciado el programa, ha aumentado el caudal del rio. La Fuerza Aérea Colombiana también se vinculó a la reforestación del Cerro de la Bandera. La Fundación Natura y sus aliados, de cobertura nacional, cumpliendo cuarenta años de labores ha estado vinculada al Valle del Cauca y Cali. Amatea, con veinte años de trabajo sostenible de cultura regenerativa reforestando los corregimientos de La Leonera, Pichindé y Andes. Triturados el Chocho y su vivero Felipe Torres Legarreta comprometido, desde 1988, en recuperar 70 hectáreas del Cerro de las Tres Cruces. Hernando Betancourt Suarez y su vivero Paraíso, abanderó, por cuenta propia, la siembra de miles de arbustos y flores en el recorrido de la vía al mar, convirtiéndose en autopista floral ejemplar. No menos importante ha sido la adopción de cientos de parques urbanos, iniciativa del DAGMA, proporcionado bienestar a los vecindarios aledaños. 

Como los anteriores, muchas otras entidades, se han vinculado con un fin específico; la protección del medio ambiente.  

Son cientos de esfuerzos, a veces aislados, pero en ocasiones unidos en mejorar las condiciones de la población caleña. 

Lo más importante y vital para convertir a Cali en referente de dotación de bosques urbanos es la articulación de docenas de actores públicos y privados. Un exitoso programa redundará en mejorar los indicadores de metros cuadrados de zonas verdes por habitante, protección de las cuencas hidrográficas de sus siete ríos, brindar vastas zonas de esparcimiento, mejorar niveles de temperatura, humedad, captura de carbono y eventual control de inundaciones. 

Cali tiene la vocación de convertirse en la más importante ciudad latinoamericana con envidiables y extensos bosques urbanos.

Guillermo E. Ulloa Tenorio

Economista de la Universidad Jesuita College of the Holy Cross en Estados Unidos, diplomado en alta dirección empresarial INALDE y Universidad de la Sabana. Gerente General INVICALI, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE, Secretario General de la Alcaldía. Ha ocupado posiciones de alta gerencia en el sector privado financiero y comercial.