La crisis financiera se ha hecho evidente en las últimas semanas. Según la prensa, el club le debe a la mayoría de sus futbolistas entre 3 y 4 quincenas de salario, y en algunos casos la deuda supera los 60 días. Esta situación fue confirmada por fuentes internas del club y ha generado un ambiente de incertidumbre en el camerino ‘azucarero’.
El tema explotó públicamente cuando Juan Fernando Quintero, capitán de América, motivó a sus compañeros antes del clásico con una frase que rápidamente se viralizó: “Ya lo hablamos, les deben dos meses. Vamos a pisarles la cabeza”. El comentario, captado en video, encendió las redes sociales y puso el foco mediático sobre la difícil situación financiera del Cali.
El atraso en los pagos no solo afecta la moral del plantel, sino que también podría explicar el bajón futbolístico del equipo en las últimas jornadas. Tras un buen inicio de temporada bajo la dirección de Alfredo Arias, el equipo ha perdido terreno en la tabla y, tras la derrota ante América, salió del grupo de los ocho clasificados a la siguiente fase de la Liga BetPlay.
Históricamente, problemas similares han llevado al club a situaciones límite, como el riesgo de descenso y la salida de jugadores clave por falta de pagos en años anteriores.
La directiva del Deportivo Cali ha reconocido el atraso y asegura que están trabajando para ponerse al día antes del próximo partido ante Deportes Tolima, programado para el sábado 3 de mayo. El club espera cerrar nuevos patrocinios, incluyendo uno con la empresa de licores del Valle del Cauca, para solventar la deuda y estabilizar sus finanzas.
Además, la institución busca alternativas como la promoción y venta de jóvenes talentos de la cantera, una estrategia que históricamente le ha permitido obtener ingresos importantes.
El atraso salarial es solo la punta del iceberg de una crisis más profunda: Deportivo Cali enfrenta una deuda que supera los 115 mil millones de pesos, producto de malas decisiones administrativas y casos de corrupción en temporadas recientes. Esta situación ha generado fuertes críticas de la hinchada y presión sobre la dirigencia para encontrar soluciones rápidas y efectivas.