El caos y la anarquía que se vive en la ciudad de Cali producto de su crecimiento y desarrollo espontáneos y desordenado urbanismo, ha llevado al alcalde Eder a expresar públicamente que la ciudad “ha carecido por décadas de una visión integral”, que no permite unificar los planes y proyectos urbanísticos, haciendo imposible pensar en el futuro de la ciudad.
Y de ahí la idea de invitar a un especialista de nacionalidad asiática con elevadas credenciales en urbanismo, con el fin de aprovechar sus conocimientos y experiencias acordes con las condiciones que caracterizan a la ciudad desde el punto de vista de su desarrollo económico, urbanístico y ambiental.
En este caso el alcalde tiene la idea de que para sacar a Cali del estado en que se encuentra, el camino a seguir pasa necesariamente por las recomendaciones que nos pueden hacer los especialistas extranjeros en materia urbanística, lo cual no deja de tener su importancia, aunque no podemos olvidar que los problemas de la ciudad deben ser discutidos con los caleños de todas las condiciones y clases sociales en ejercicio de la democracia participativa en que se fundamenta el Estado Social de Derecho plasmado en la Constitución de 1991 y, con los profesionales y expertos urbanistas que no solo conocen la ciudad sino que además poseen los conocimientos y la experiencia necesarios para definir y estructurar la nueva visión de Cali distrito de manera que supere el énfasis en la construcción y en los servicios como ha sido la de los últimos 33 años, además de presentar las recomendaciones que requiera el nuevo ordenamiento territorial del distrito y de la región AMSO..
En este caso, es necesario convocar a nuestros especialistas en cuestiones relacionadas con el urbanismo que trabajan en la ciudad y con quienes se debe analizar y convenir la nueva visión que demanda la ciudad en lo referente al desarrollo urbanístico. Además, consideramos desde la Veeduría que es menester contar con la participación de otros sectores sociales, en tanto que las autoridades tienen la obligación de garantizar el derecho de los ciudadanos a participar en los asuntos de interés general, más aún en tratándose de construir la nueva visión de ciudad que demanda el pueblo caleño.
Así mismo, el ordenamiento urbanístico no puede formularse al margen de las condiciones socioeconómicas, geográficas, hídricas, ambientales, culturales de la ciudad, porque ello conduce a la improvisación, la anarquía, el caos, como lo estamos padeciendo.
Es necesario que el alcalde Eder y el consejo de planeación territorial encargado de estudiar el nuevo plan de ordenamiento territorial CONVOQUEN A LOS CIUDADANOS EN GENERAL Y A SUS ORGANIZACIONES SOCIALES para que participen en la elaboración del Plan de Ordenamiento Territorial -POT-, en el entendido de que los ciudadanos pueden aportar muchas ideas y propuestas para resolver los problemas de la ciudad derivados de una mala planificación en cuestiones de movilidad, transporte, servicios públicos, deterioro del medio ambiente natural, particularmente con lo que está sucediendo con los 7 ríos de la ciudad, en tanto que sus autoridades desconocedoras de las dinámicas de la ciudad no poseen la capacidad suficiente para dirigir y resolver los problemas que afrontan los caleños en medio del descontrol y del desorden que se producen en el seno de la comunidad y que de alguna manera han rebasado las posibles soluciones de los problemas reales que se viven en el distrito especial.
Es conocido que los planes de desarrollo y de ordenamiento territorial poco han contribuido a resolver los graves problemas de la ciudad que afrontan sus habitantes, lo cual debe ser objeto de revisión con el fin de garantizar la continuidad de su crecimiento y desarrollo integral y no como sucede hasta la fecha, en que tales instrumentos han sido utilizados para beneficiar determinados intereses ligados con los negocios relacionados con la especulación inmobiliaria y la construcción de obras públicas urbanísticas que en definitiva no han contribuido a resolver los problemas de nuestra urbe.