El arquitecto surcoreano, Young-Hoon Kwaak, de gran experiencia internacional,   está en Cali aportando su visión al desarrollo y crecimiento la ciudad, pero no ha recibido una retroalimentación de ciudad con la verdad . Caliescribe estuvo en la rueda de prensa donde el famoso planificador, inició su visita a Cali, de carácter diagnóstica, para acompañamiento técnico: Aportar una visión que nutra la hoja de ruta de la capital vallecaucana. Obviamente se perderá Cali de recibir adecuada asesoría, ante una plataforma de información, que ha montado la alcaldía y el alcalde, carente de veracidad.

Se irá sin saber la verdad. Sus aportes serán puntuales

La verdad sobre la realidad fiscal de la ciudad, la verdad sobre la excesiva corrupción, la verdad de los falsos planes de desarrollo cada 4 años del MIO, la verdad de las telecomunicaciones, la verdad de AMSO, la verdad sobre la solución a la perversa educación de Cali, del Centro Histórico, la verdad del Tren de cercanías, la verdad sobre el endeudamiento por $3.5 billones y las 32 obras; la verdad sobre la falsa rendición de cuentas del alcalde  y la verdad sobre la estafa de la valorización con las 9 megaobras faltantes, se han convertido en temas de gran relevancia y controversia. Frente a un alcalde ( Alejandro Eder )  que desestima estos hechos, la ciudadanía  que valoran la verdad,  emerge para resistir con su verdad  al abuso de autoridad del alcalde y el Concejo , ejerciendo control social  y participación ciudadana, que solo se refleja en las encuestas, cuando se califica al alcalde, con aprobación e imagen.

La Verdad como derecho y pilar democrático

La Constitución consagra el derecho de los ciudadanos a participar en el ejercicio y control del poder político (Art. 40), lo que permite   que la ciudadanía exija transparencia y rendición de cuentas a sus gobernantes, en un ejercicio legítimo de control social a la gestión pública ( Ley 1757 de 2015 ) , que promueve la participación democrática y el control social para vigilar la gestión pública y prevenir la corrupción.

La Corte Constitucional ha reconocido que el derecho a la verdad tiene una doble dimensión: individual, para afectados, y colectiva, para toda la sociedad, con el fin de sanar heridas sociales. En el contexto urbano y fiscal de Cali, la verdad sobre la gestión pública y las finanzas municipales es indispensable para garantizar la confianza ciudadana y la legitimidad del gobierno local, pero no se cumple.

La realidad fiscal, la corrupción y la crisis del MIO: Una verdad ignorada

La situación fiscal de Cali, marcada por la quiebra fiscal de la ciudad, del sistema de transporte masivo MIO, la verdad sobre la excesiva corrupcion y la estafa en la valorización con nueve megaobras faltantes, revela una crisis estructural que afecta el desarrollo y la calidad de vida de los ciudadanos. Sin embargo, el alcalde Alejandro Eder ha mostrado una actitud de desestimación frente a estas verdades, enfocándose en discursos que, según él, buscan dividir a la ciudad mediante el odio y la confrontación social

Aunque Eder llama a la reconciliación y la unión, su falta de rectificar sus errores, ausencia de reconocimiento de errores de alcaldías pasadas y la ausencia metodológica de la verdad,  impiden que se construya un verdadero proceso de recuperación y reconciliación en la ciudad. La verdad, en este caso, es un elemento ausente en su gestión, lo que genera desconfianza y baja aprobación ciudadana, tal como evidencian las encuestas de opinión pública.

Ciudadanía, guardiana de la verdad: Pero los medios y el Concejo, NO

En Cali, algunos ciudadanos que valoran e informan  la verdad se convierten en líderes de la participación ciudadana, capaces de hacer control de gestión al alcalde y a su administración. Adicionalmente es el caso de los más de 15.000 taxistas que reflejan la verdad de la ciudad, ante un concejo distrital que no hace ese control ni la gran mayoría de los medios de comunicación, ni los gremios.

El alcalde y el Concejo, no entienden que la búsqueda de la verdad no solo fortalece la confianza social y política, sino que también es un motor de progreso y desarrollo. La honestidad intelectual y el compromiso ético permiten descubrir nuevas ideas, desafiar creencias erróneas y promover cambios que benefician a toda la comunidad

Alcalde Eder, la Verdad es el camino hacia la reconciliación

En Cali, la falta de reconocimiento de la verdad por parte del alcalde ha llevado a una confrontación constante con la comunidad, dificultando cualquier iniciativa genuina de reconciliación, rectificación y perdón. La verdad, cuando es asumida con valentía, abre caminos para sanar heridas sociales y avanzar hacia una convivencia pacífica y justa

Como podremos tener un buen asesor internacional, con una información del   alcalde que desestima la realidad fiscal y los problemas estructurales de la ciudad;  por ello es el ciudadano que valora la verdad se convierte en la fuerza de exposición del ESTADO DE LA CIUDAD.

La verdad es hija del tiempo, no de la autoridad, y aunque pueda ser incómoda y desafiante, su búsqueda y defensa son indispensables para el progreso social y la consolidación de una democracia auténtica en Cali. Solo cuando se esclarezcan todas las situaciones fácticas de la ciudad, podrá triunfar el poder de la verdad, liderado por una ciudadanía activa y vigilante frente a un gobierno que no puede seguir siendo sordo ante sus responsabilidades.

 

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Ramiro Varela Marmolejo

Ingeniero Civil de Univalle, MBA U. V., Director de Caliescribe, constructor, Ex -Congresista y Ex Concejal de Cali.