Ayer viernes 1 de noviembre concluyó en la ciudad de Cali la COP16, cumbre sobre la Biodiversidad de las Naciones Unidas, que convocó aproximadamente 25.000 dirigentes de 196 países de todo el mundo capitalista globalizado, calificada como un éxito para la ciudad de Cali y del Valle del Cauca, toda vez que recuperó para los caleños su estado de pertenencia y una visión de futuro.

El balance preliminar que deja la COP16 se limita en lo fundamental a las negociaciones en torno a la conservación y protección de las áreas marinas y a la conformación de un plan de trabajo relacionado con las comunidades indígenas y lo que dicha cumbre le dejará a la ciudad respecto de la necesidad y urgencia de emprender las acciones respectivas para la protección y mantenimiento de la biodiversidad, lo cual constituye a nuestro juicio un aspecto determinante en el balance final que debe hacerse como parte de las conclusiones que se tomaron en esta COP16.

En este aspecto radica principalmente la importancia de la cumbre para la ciudad más allá de los logros económicos del evento y la apertura hacia la promoción de un turismo nacional e internacional.

Aunque en algunos medios de opinión se afirma de manera categórica que esta cumbre ha servido para reconciliar a los caleños, lo cierto es que dicho propósito tan solo corresponde a una  simple apariencia de la realidad, que muestra que la ciudad de Cali atraviesa por una crisis general que afecta todos los niveles de la vida económica, política, social, ambiental, que condujo a sus habitantes a la pérdida del sentido de heredad, solidaridad y confianza en las instituciones y normas que rigen su comportamiento. En tanto sus autoridades privilegian los intereses de determinados grupos sociales encubiertos muchas veces de interés general.

La participación de muchos caleños y vallecaucanos en la COP16 es un aspecto que debe valorarse en toda su magnitud incluyendo aquellos caleños que son parte de la denominada COP Divergente, que con sus aportes contribuyen a impulsar la discusión de todo un conjunto de temas relacionados con la protección de la Biodiversidad.

Las condiciones naturales en las que los seres humanos trabajan, viven y descansan, constituyen la base necesaria de su existencia y desarrollo, en tanto que el crecimiento de la población y la utilización cada vez mayor de los recursos de la naturaleza se han convertido en un factor determinante de carácter global que afecta el equilibrio entre la naturaleza y la sociedad, comparable con las fuerzas geológicas y cósmicas que rigen al universo.

Y de ahí la necesidad de impedir que se afecte el balance entre los cambios que se producen en la naturaleza y los que se generan como consecuencia de la actividad de los seres humanos y del conjunto de la sociedad en su integración e interacción con el medio ambiente natural.

Estas últimas reflexiones nos obligan a recomendarle al señor alcalde Eder que los problemas que en la actualidad padecen los caleños en materia de seguridad urbana, infraestructura y desempleo, aunque demandan de un cambio estructural y funcional no por ello dichos cambios deban realizarse en desmedro de nuestra biodiversidad con el desarrollo urbanístico espontáneo de la ciudad de Cali, la contaminación y agotamiento de nuestras fuentes hídricas, la polución por gases de efecto invernadero generados con el aumento del transporte privado y público; fenómenos estos que han contribuido a deteriorar las relaciones de los caleños con la naturaleza, en medio de una sociedad que crece sin ningún control y mediatizada por los intereses de urbanizadores, propietarios de tierras y negociantes de propiedad raíz asociados con la municipalidad para adelantar los planes de renovación urbana por ejemplo, en el centro de la ciudad, de peatonalizar varias vías y de construir una infraestructura como la acordada en el Plan de Desarrollo contraria a los principios y objetivos de la COP16 que se pronunció en favor de la protección y conservación de la biodiversidad, considerada como una condición natural de la existencia, crecimiento y desarrollo de los seres humanos cuyo trabajo consiste no solo en aprovechar sus recursos sino de enriquecerla y transformarla para bien de la humanidad.

Luz Betty Jiménez De Borrero / Pablo A. Borrero V.

Veeduría Ciudadana por La Democracia y La Convivencia Social

El Control Ciudadano Sobre la Gestión Pública es Condición Indispensable para el Ejercicio de la Democracia y la Convivencia Social