En la final, la Selección le plantó cara el equipo de Messi, le jugó sin temores, y si bien no creó opciones claras de anotar, sí mostró mucha personalidad y puso en aprietos al poderoso rival. En el balance individual quedan como conclusiones generales que James no tuvo su partido más brillante, que Lucho Díaz no alcanzó su mayor despliegue. Se destacaron jugadores como Jefferson Lerma, el mejor de todos, Dávinson Sánchez y el portero Camilo Vargas, que no pudo evitar el gol, pero sacó dos pelotas que iban para adentro. Así jugó Colombia.

Calificaciones de Colombia

CAMILO VARGAS: Camilo era san Camilo. Las tapadotas que tuvo fueron como gritar goles de Colombia, primero se lanzó al balón como si no tuviera dos manos sino millones, rozó la pelota y evitó el gol; luego atajó otro remate como si todo el país se lanzara con él al pasto, esa fue una tapada de infarto. Sin embargo, en la jugada decisiva, en la más importante, en el remate que marcó el destino del partido, no pudo parar esa bendita pelota que le pasó muy cerca de la cabeza, fue un arquero fusilado, y cuando se volteó apenas vio cómo ese balón ya descansaba en la red para tristeza suya y de todo un país. Seis puntos.
SANTIAGO ARIAS: trató de que nadie extrañara al sancionado Daniel Muñoz y tuvo mucha exigencia, en el primer tiempo fue un atacante más, casi hace un gol con un muy buen remate cruzado; en defensa, se jugó la vida en cada duelo. Eso sí, con Di María tuvo instantes de sufrimiento y cuando entró Nico González fue mucho peor, sufrió la final como una herida abierta que con el resultado le escoció a él y a toda Colombia. Seis puntos.
DÁVINSON SÁNCHEZ: fue una máquina, rechazó todo lo que llegó a sus predios, reventó pelotazos sin pudor, sin correr el más mínimo riesgo, ganó todos sus duelos, y cuando le tocó ir al ataque casi anota un gol por la vía que mejor conoce, de cabeza, pero su cabezazo se fue por arriba. Como defensa que es, también asume el gol de la derrota. Siete puntos.
CARLOS CUESTA: otro que tuvo que exigirse al máximo para no fallar, estuvo seguro en los duelos, era el complemento ideal para Dávinson Sánchez, sacando balones de su área y metiendo pierna fuerte, pero se quedó colgado en la jugada más importante del partido, marcó mal y le tocó ver en primera fila como Lautaro Martínez avanzaba en libertad y anotaba el gol argentino. Cinco puntos.
JOHAN MOJICA: su prioridad fue defender, no salir mucho, cuidar su espalda para evitar sorpresas. Sin embargo, cuando sintió ciertas libertades, se liberó, fue arriba y tiró buenos centros que llevaban peligro. Eso sí, tuvo un regalo al final del segundo tiempo que hizo temblar a todos sus compañeros y a todo un país por su desatención, y en el gol argentino también quedó jugado. Seis puntos.
JEFFERSON LERMA: no lo piensa para patear, con una confianza tan grande como ese estadio de Miami, dos veces probó y le metió miedo al Dibu, el arquero de los argentinos; su atrevimiento contagiaba a sus compañeros. En su labor defensiva mostró los dientes en el medio campo, mordió y gruñó y aruño y ganó cada pelota. Nadie en Argentina quería tropezar de frente con esa pared en movimiento. El pasto de ese estadio se inundó con su sudor. Se fue extenuado cuando ya no podía más de tanta exigencia. Siete puntos.
Ríchard Ríos: cerró la Copa América como la empezó, con clase, con su pisada de balón que emociona y que lo hace tan diferente a los demás, que desespera a los rivales; además, tuvo un remate con atrevimiento desde fuera del área. Cuando se marchó de la cancha, su ausencia se notó mucho, porque era el jugador que hacía la pausa, pensaba y distribuía el balón, sobre todo cuando james estaba apagado. Richard se marcha como gran revelación del seleccionado. Seis puntos.
JHON ARIAS: no se guardó una gota de sudor, corrió mucho, luchó cada pelota, intentó generar sociedades por la zona izquierda. Tuvo mucho sacrificio para ayudar a recuperar la pelota, y tuvo un buen remate que no pudo terminar en gol, hasta que se fue quedando sin piernas. Seis puntos.
JAMES RODRÍGUEZ: el ‘10’, el crac, el astro, fue figura en casi toda la Copa América; de hecho, fue elegido como el mejor jugador del torneo, pero su brillo estuvo apagado en la final. No fue el James más destacado, el que más se esperaba; más allá de algunos pases largos acertados y sus centros con peligro, no pudo meter el pase definitivo que aclara el panorama. James merecía el título. Seis puntos.
LUIS DÍAZ: no pudo ser el gran Lucho, pero cuánto corrió, lástima que no tuvo la lucidez de siempre, su chispa que prende el ataque, la que vive cada semana en el Liverpool. En esta Copa América cambió el traje de gala por el overol, se ensució hasta la cara y dejó el alma en cada partido. En la final, en medio de su afán por sobresalir y ayudar y ser protagonista real, se mudó de la izquierda a la derecha, se paseó incluso por el centro, atrás, adelante; quería intervenir y lucir, pero no encontraba espacios y la marca lo fue asfixiando hasta que se fue agotado. Seis puntos.
Redacción