Mientras el presidente Petro se pavonea por los escenarios y foros globales como el Mesías latinoamericano vociferando en defender el medio ambiente, otra cosa es el fracaso de su agenda local y la realidad del país.
Su equivocada ideología progresista de suspender la exploración de petróleo e hidrocarburos y gravar fiscalmente a los mismos fue error garrafal. El resultado financiero del último trimestre de Ecopetrol es prueba meridiana de la improvisación. La empresa registró cifras comparables tan solo con las presentadas durante la contracción del mercado en plena pandemia del año 2021. Los menores ingresos fiscales de la medida y el desbordado afán de buscar tributos para afrontar el desfase fiscal generaron el fuego amigo de la DIAN, la cual le exige el pago del IVA (19%), aproximadamente $ 9, 4 billones, sobre la importación de gasolina. La disputa convertida en galimatías en los tribunales tardará años en resolverse.
Cae como anillo al dedo la fábula de Esopo de la gallina de los huevos de oro, cuyos dueños en lugar de disfrutar su buena fortuna, deciden matar a la gallina para obtener el oro que creen que tiene en su interior, pero descubren que no es así y lo pierden todo.
El efecto invernadero contaminante que esboza Petro generado por la explotación petrolífera, a Colombia ni le va ni le viene. Somos inferiores al 1% del efecto global. Nuestra topografía y ubicación de vientos entre dos océanos y sus cordilleras son amortiguadores naturales del supuesto daño que fantasea en sus macondianos discursos internacionales.
Pero quizás lo birlibirloque e insólito es el fracaso de la propia agenda ambiental del país, conquistada en las urnas bajo el hipnotizante discurso del cambio.
Ha pasado desapercibida el clamor de la representante a la Cámara por el Nuevo Liberalismo, Julia Miranda Londoño, integrante de la comisión quinta de esa corporación, quizás la persona más calificada en temas del medio ambiente, en razón a su formación académica y experiencia. Ha puesto al descubierto el incumplimiento y negligencia de la agenda del actual gobierno. En los debates de control político a los encargados de la agenda medioambiental, sus respuestas, además de elusivas e inconclusas, jamás han justificado el desgobierno administrativo sin rumbo alguno.
La periodista Cristina Plazas Michelsen, ha sido contundente con la fallida y vergonzosa agenda. Enumera y amplifica los argumentos de la representante Miranda enunciados en doce fracasos.
Primero; el incumplimiento de protocolización de lo contemplado en el Acuerdo de Escazú y protección de lideres sociales que pretendía el esperpento. Segundo; la no actualización de compromisos de la Convención de las Naciones Unidas de Paris de 2015, conclusiones que el país debió presentar el pasado mes de febrero (2025). Tercero; la desconexión del folclor ideológico ambientalista de la ministra Susana Muhamad, de origen palestino, quien al igual que su jefe, se interesó más por las tarimas internacionales progresistas que dialogar con los actores medioambientales del país, con quienes poco concertó y muchos menos exploró por medio de dialogo con mesas técnicas. Cuarto; el aumento de la deforestación en un 35% en el último año. Agenda entregada a las disidencias, convertidos en actores decisivos. Quinto; el abandono de los Parques Nacionales permitiendo la invasión incontrolable, asentamientos subnormales, cultivos ilícitos y eventual titularización, en territorios de protección ambiental, como el icónico Parque Natural de la Serranía de Chiribiquete, patrimonio de la humanidad. Sexto; Imposibilidad de alcanzar carbono negro en 2030, frenando proyectos que aporten a la meta. Séptimo; Iniciativas de transición energética retumbando en los escritorios capitalinos en dispendioso tramite de licencias ambientales. Octavo; Incumplimiento en el manejo de aguas residuales con la eventual contaminación de fuentes hídricas, en especial el Rio Bogotá. Noveno; Inoperancia de agenda de protección a los Paramos, cuna de los nacimientos de nuestros ríos, sin proyectos de protección, ni mucho menos planes de manejo. Decimo; Avance de tan solo un 13% en restauración de ecosistemas Onceavo; Protección del Guaviare y la Orinoquia, sin presupuesto ni hoja de ruta. Doceavo; Gastos infructuosos en la celebración de la Cop 16 por $ 90 mil millones destinados a la agenda turística, embellecimiento de parques y plataforma de reconocimiento internacional egocéntrico a Susana Muhamad.
“¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.” Lucas
Economista de la Universidad Jesuita College of the Holy Cross en Estados Unidos, diplomado en alta dirección empresarial INALDE y Universidad de la Sabana. Gerente General INVICALI, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE, Secretario General de la Alcaldía. Ha ocupado posiciones de alta gerencia en el sector privado financiero y comercial.