Departamento de Eficiencia Gubernamental – DOGE

A los pocos días de su elección, Donald Trump anunció la creación de una entidad enfocada hacia lograr la reducción del tamaño del estado y búsqueda de eficiencia gubernamental. La función pública, y la estadounidense, no es excepción. Los gobiernos han creado un laberinto de entidades buscando satisfacer apetitos burocráticos nombrando cientos de miles de funcionarios a exorbitante costo fiscal.

Con el fin de reducir el descomunal despilfarro, ha encargado a los emprendedores, Elon Musk, el hombre más rico del planeta, y a Vivek Ramaswamy, dirigir la iniciativa. La cruzada esta encaminada hacia reducir la inmensa maraña regulatoria que no permite la eficiencia, reducción del gasto y por consiguiente ahorro fiscal. No se trata de reformas constitucionales. Contrariamente corresponde en simplificar, reducir, corregir y compactar el sinnúmero de agencias federales, creadas por la rama ejecutiva, logrando una eficiente gestión gubernamental.

Será un referente de gobernanza, que ojalá los gobiernos globales adopten.

Colombia es un claro ejemplo de ineficiencia estatal. Por décadas, y con el fin de sufragar el costo de la burocracia, se acude a reformas tributarias, las cuales cada vez ahorcan el contribuyente, incentivando desinversión, elusión, evasión e informalidad.

La actual administración Petro ha desbordado el gasto público. Ha creado injustificadamente decenas de innecesarios cargos diplomáticos. La creación del Ministerio de Igualdad, con desbordado presupuesto, el cual solo ha ejecutado en los dos años de su creación, menos del 10% de su asignación. Un ejemplar derroche. Los gastos suntuarios de viajes internacionales semanales del presidente, acompañado de inmensas comitivas y exagerados gastos de la primera dama son una bofetada a la situación de pobreza del país.

La antitécnica burocracia nombrada por el actual gobierno ha fomentado niveles de corrupción que jamás el país había presenciado. Ante estos hechos, los entes de control, Contraloría, Procuraduría y Fiscalía permanecen impávidos, tan solo manteniendo sus inmensas cuotas burocráticas y superfluos pronunciamientos.

Los ministerios plagados de cientos de agencias gubernamentales, algunas con funciones regulatorias inconstitucionales, que contraponen, contradicen y desarticulan funciones entre si, no permiten un equilibrado desarrollo socio económico y ambiental del país.

Las empresas del estado, de marcada, reprochable y desbordada ineficiencia, con Ecopetrol a la cabeza, han perdido valor patrimonial equivalente a billones de pesos de detrimento fiscal. Sus ejecutivos deben ser sancionados ejemplarmente.

El presidente Trump incentiva, mediante la iniciativa del DOGE, un ejemplo de eficiencia gubernamental que debe ser plataforma de los precandidatos a la presidencia y el Congreso de reducción y compactación del estado como política de estado.