En la exposición de motivos del proyecto de acuerdo del Plan de Desarrollo presentado al Concejo Municipal por el alcalde A. Eder, existe una carta dirigida a los caleños dándoles a conocer las bases para “proyectar a Cali hacia el futuro y dejar atrás el tiempo perdido desde lo público y recuperar el debido lugar de ciudad líder y llena de oportunidades, en Colombia y en el mundo”.

“Cali Capital Pacífica” porque “somos una región, somos el eje central del suroccidente y del Pacífico colombiano, ciudad en donde miles y miles de ciudadanos han llegado y llegan de todos los rincones de Colombia y de nuestra región, para lograr sus sueños.”

Esta concepción un tanto idealista e ilusoria de la ciudad de Cali contrasta con una realidad palpitante de contradicciones y conflictos sociales cuya solución no da espera y exige resultados que han venido aplazándose en manos de una clase dirigente incapaz para manejar los asuntos administrativos dentro del marco de la Constitución y de la ley que les ordena a sus mandatarios defender el interés general y garantizar la participación de los ciudadanos en aquellos asuntos relacionados con la vida económica, política, administrativa, cultural, ambiental, etc.

Según se dice en la mencionada carta Cali debe reconciliarse consigo misma, con el fin de que podamos preservar la seguridad y la convivencia, lo que implica de un lado, tener los empleos suficientes que generalmente asume la administración con la contratación de los denominados prestadores de servicios PS de las nóminas paralelas y del otro lado con la culminación de las políticas sociales de corte asistencialista que tienden a crecer espontáneamente bajo el estímulo de dichas políticas sociales.

El segundo objetivo tiene que ver con la Cali renovada y sostenible ya que se trata de convertirla en un hito tecnológico que permita abrirles el camino a los jóvenes emprendedores que según se dice en la carta, les abrirá el camino igualmente, a las generaciones futuras. La inclusión de Cali en las nuevas tecnologías, hace parte del progreso que viene sucediéndose en el mundo pero que no debe convertirse en un fin en sí mismo, sino en un medio para avanzar por los caminos del progreso y del bienestar general en igualdad de condiciones para todos los caleños.

El tercer objetivo tiene que ver con la existencia de un gobierno transparente y de cara al ciudadano, lo que implica hacer uso adecuado y responsable de los recursos públicos, además de rendir cuentas a los ciudadanos sobre la gestión administrativa, lo que por cierto, se constituye en un verdadero reto que deberá afrontar el alcalde A. Eder durante los 4 años de su mandato, después de que los ciudadanos caleños han perdido la confianza en sus gobernantes y en las propias instituciones.

Entre tanto, los caleños esperan del burgomaestre, recuperar la ciudad del desorden institucional, del cual se han aprovechado determinados grupos de interés para beneficiarse con los recursos del presupuesto distrital a través de la contratación oficial y de la rampante corrupción que tiende a extenderse a todos los niveles de la administración pública.

Nos preocupa que el alcalde en su misiva a los caleños termine afirmando que durante su mandato no logrará todo lo que se propone, lo que de por si es una manera de afirmar que la recuperación de Cali como está concebida en el plan de desarrollo, no deja de ser más que una promesa que generará una mayor frustración al pueblo caleño que aspiraba a que “la bella Cali” no estuviera al servicio de los mismos con las mismas “para recuperar a Cali y para vivir mejor”.

Luz Betty Jiménez De Borrero / Pablo A. Borrero V.

Luz Betty Jiménez De Borrero / Pablo A. Borrero V.

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El Control Ciudadano Sobre la Gestión Pública es Condición Indispensable para el Ejercicio de la Democracia y la Convivencia Social