A pesar de los detractores del evento número 66 en sus calendarios de la Feria de Cali, esta tuvo mucha aceptación de propios y visitantes, el turismo se movió muchísimo, lo cual deja beneficios económicos a muchos.
La organización de Corfecali estuvo eficiente por la variedad, había distracciones para adultos de todas las edades, para niños, jóvenes, para estos últimos pudimos ver la cantidad de invitados en tarima quienes llenaban todas las expectativas en los gustos de los asistentes, además por diferentes lugares de nuestra ciudad, para los niños hubo un evento especial plagado de aventuras, enseñanzas y participación directa con mucha diversión; la zona rural y los barrios alejados del centro de la ciudad tuvieron su noche de goce con verbenas organizadas y buena participación de artistas locales y nacionales.
Los desfiles programados en la autopista sur ya tienen su público cautivo, lunar si los horarios de iniciación, muchas personas se quejaron y padecimos el tiempo de espera, es algo que en todos los espectáculos se debe corregir, (el gran concierto aunque de empresarios privados si tuvo su horario cumplido y muy ordenado) punto aparte y muy ponderado ha sido el encuentro de Melómanos y Coleccionistas en su 32 versión, no podemos decir cuál fue el día más concurrido, la gente de Cali espera ansiosa la programación, así mismo vamos a ver la decoración que siempre se roba las miradas de admiración, es un gran montaje en un gran escenario, ni la lluvia que acompañó las tardes y noches en algunos días pudo opacar la gran asistencia, vimos muchos extranjeros maravillados con la muestra artística yl comercial, el balance para los exponentes debió ser muy bueno, los artistas en tarima dieron todo de sí, desde antes de mostrar su talento en la tarima principal, ya en “El Jaragual” se logró una participación didáctica y emotiva propia de quien se entrega a sus admiradores, vibrante, espectacular fue la noche de los teclados con el homenaje al gran Edy Martinez, los pianistas invitados internacionales y nacionales dejaron sudor, sapiencia y claro experiencia en escena, una entrega total, el gran Edy a sus 81 años toca el piano con amor y entrega como si estuviera empezando su carrera, los homenajes son pocos para el talento inmenso del maestro de maestros, agradecidos quedamos los melómanos con cada noche un espectaculo totalmente distinto y no menos bueno, aplausos para la organización en cabeza de René Gómez y su joven productora Marcela Palacios, su equipo de apoyo logró uno de los mejores encuentros en muchos años.